Un colaborador de Joaquín “Chapo” Guzmán identificado como Jesús Gonzalo Palazuelos Soto -detenido en el centro de Madrid en 2012 en compañía del primo del capo del Cártel de Sinaloa- fue sentenciado a la mínima cantidad de nueve años de cárcel.
A mediados de 2013 Palazuelos Soto fue extraditado a Estados Unidos, cuyo gobierno le buscaba para juzgarle por distribuir cocaína. El traficante se declaró culpable en septiembre pasado y fue sentenciado esta semana en Nueva Hampshire.
El colaborador del “Chapo” fue el encargado de la supervisión y envío de un cargamento destinado a países europeos de 346 kilos de cocaína de “gran pureza”, escondido en los contenedores de un buque mercante que salió de Brasil y llegó al puerto español de Algeciras. La operación no pudo salir peor: la droga fue comprada por agentes encubiertos del FBI, quienes ya tenían una amplia investigación que les permitió detener a los traficantes.
Palazuelos Soto fue detenido en compañía del primo hermano del “Chapo”, Jesús Gutiérrez Guzmán, Rafael Humberto Celaya Valenzuela y Samuel Zazueta Valenzuela. El arresto ocurrió en agosto del 2012, cuando los cuatro mexicanos salían de un lujoso hotel del centro de Madrid.
Pero el papel de Palazuelos Soto iba más allá. Según dieron a conocer autoridades españolas, Joaquín Guzmán -detenido a principios de 2014 en Mazatlán– eligió a ese país como plataforma de lanzamiento, es decir, España sería la puerta de entrada de sus estupefacientes.
Precisamente, Palazuelos Soto, como responsable de la parte operativa, fue el primero que viajó a Madrid para formar la plataforma logística de la organización para el trasiego de drogas desde Sudamérica a Europa. El FBI solo tuvo que esperar a que los cuatro traficantes estuvieran juntos para arrestarlos.
Sin embargo, nueve años de cárcel para quien sería uno de los líderes del Cártel de Sinaloa en España parecen muy pocos.