Lo que necesitas saber:
El cofundador de la empresa OceanGate lidera una iniciativa para llevar humanos a Venus.
Digamos que por experiencias pasadas de turismo, el viajecito no se antoja tanto. Recientemente el cofundador OceanGate –sí, la del submarino al Titanic– explicó que tiene en mente la idea de llevar personas a Venus y no solo eso, sino de colonizar el planeta.
Explicó que esta idea está un poco alejada de la industria espacial actual porque la vista está puesta en Marte pero que es viable… al menos en su teoría.
Cofundador de OceanGate quiere llevar personas a Venus
¿La propuesta de llevar personas a Venus estaría planteada desde OceanGate? En realidad no, resulta que OceanGate no es la única empresa de Guillermo Söhnlein.
En entrevista, el empresario afirmó que pensar en llevar mil personas a Venus es menos aspiracional que pensar en un millón de personas sobre la superficie de Marte para 2050.
Afirma que, de acuerdo a una investigación, hay una franja de la atmósfera de Venus en la que los humanos podría sobrevivir porque las temperaturas son mucho más bajas y la presión es menor.
Solo para que nos demos una idea, en Venus llueve ácido sulfúrico, la presión es 90 veces la que experimentamos en nuestro planeta y las temperaturas son tan altas, que en la superficie el plomo se derrite como chocolate.
¿Entonces la idea es crear una colonia humana flotante? Sí, algo así. El empresario habla de crear una estación espacial que resista el ácido sulfúrico y en donde quepan hasta mil personas.
¿Cómo? ¿cuándo? En realidad esa información no está muy clara que digamos, pero la idea es parte de Humans2Venus, una fundación que fue creada por Guillermo Söhnlein.
“La pregunta ya no puede ser “¿por qué?” o “¿por qué no?” , sino “¿cuándo?“”, se lee en el sitio web.
La página de la fundación afirma que en lugar de “arriesgarnos” a los efectos desconocidos a largo plazo por la reducción de la gravedad que se experimentarían en la Luna o Marte, “por qué no mejor vivir en una estructura que flota en la atmósfera de Venus”.
“Por supuesto, hay desventajas, que incluyen: la atmósfera es principalmente dióxido de carbono y las nubes son principalmente ácido sulfúrico. Sin embargo, estos obstáculos se pueden superar con aparatos de respiración y materiales resistentes a los ácidos“, se lee.