Contribuyendo al debate entorno al servicio que ofrecen las aplicaciones Uber y Cabify, la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece) pidió al jefe de Gobierno del Distrito Federal, Miguel Ángel Mancera, gobernadores estatales y legislaturas locales reconocer a estas apps como una nueva modalidad de transporte, la cual, dijo, genera “bienestar social”.
“la COFECE recomienda que se reconozca formalmente, a través de la vía que corresponda, una nueva categoría o modalidad de transporte para la prestación de este servicio innovador que tiene un impacto relevante en la dinámica social”.
En un texto publicado en su sitio de internet, la dependencia también recomienda que este marco jurídico debe evitar restricciones a la competencia como:
- Autorizar vehículos para prestar el servicio o limitar su número imponiendo requisitos adicionales como placas especiales y/o cromáticas; y
- Regular los esquemas tarifarios, que actualmente son determinados por los proveedores en función de la oferta y demanda del mercado.
Entonces, evitar casi todo (si no es que todo) lo que piden a los taxistas “normales”, ¿no? En todo caso, el marco normativo que daría cabida a Uber y a Cabify en la legalidad de las operaciones, podría revisar lo relacionado a los antecedentes de los conductores, así como el tema de la cobertura del seguro, que aplique también para el usuario.
“El marco normativo debería limitarse a tutelar objetivos públicos elementales en materia de seguridad y protección del usuario, como la obligatoriedad de acreditar la existencia de seguros de cobertura amplia para que exista responsabilidad frente a los usuarios, o mediante la revisión de las capacidades y antecedentes de los conductores”, sugiere Cofece.
Para el órgano de competencia económica, estas apps son un nuevo producto que es solicitado por un segmento de la población que cuenta con acceso a medios de pago electrónicos y smartphones, en consecuencia, ha creado una nueva base de consumidores que a su vez ha ocasionado cierta migración de usuarios de taxis (sobre todo de radiotaxis o taxis de sitio) hacia las que la Cofece llama “ERT” (empresas de redes de transporte).
“Incluso, algunos estudios internacionales sugieren que éstas (aplicaciones) pudieran ser una alternativa al uso del automóvil particular.”
Entre las ventajas que Uber y Cabify dan al usuario, dice Cofece, están la seguridad personal de conocer la identidad del conductor, el cual puede ser evaluado, certidumbre en el cobro y método de pago, comodidad, sencillez en la búsqueda, facturación, y conocer, en tiempo real, la disponibilidad del servicio y los periodos de espera requeridos para iniciar el traslado, así como la ruta de viaje. “Nada más”.
Así pues, mientras la Cofece da su visto bueno a Uber y Cabify, se espera que el próximo lunes, como parte de las mesas de diálogo convocadas sobre el tema, el secretario de Gobierno del DF, Héctor Serrano, de respuesta a lo planteado por organizaciones de taxistas: regular la “competencia desleal” de las apps contra ellos (o harán sus propios operativos).