Según las autoridades de este país, Raúl Salinas de Gortari se hizo de una fortuna que no pudo explicar, pero es inocente de enriquecimiento ilícito.
Según las autoridades de la Federación Mexicana de Fútbol, dos jugadores dieron positivo por consumo de Clembuterol en los controles antidopaje, pero palabras más, palabras menos, también son inocentes.
Digamos que si la canción oficial de la Premier League es ‘Fire’ de Kasabian, propongo instaurar desde ya, ‘Misterious Ways’ de U2 como la nueva canción oficial de la flamante Liga Bancomer MX y es que, quien no haya visto con extrema sospecha el destape de dos casos de dopaje en el balompié mexicano, en la misma semana en la que el otrora arquero del Monterrey, Omar ‘El Gato’ Ortiz denunció que los controles antidopaje de la Femexfut eran una farsa y que él en repetidas ocasiones utilizó oximetadona sin que fuera sorprendido, es porque simple y sencillamente no sabe cómo suele manejarse el fútbol mexicano.
Pero si el inicio de esta telenovela fue sospechoso, el final lo está siendo muchísimo más, sin nombres, sin pruebas contundentes, sin castigos y sobre todo, sin transparencia de por medio.
Puede que en efecto, nuestro país viva una emergencia sanitaria debido a la contaminación de carne por clembuterol, sin embargo, no olvidemos que más allá de las reses, el Clembuterol es una sustancia prohibida por la Agencia Mundial Antidojape después de que se detectara su uso entre diversos atletas para mejorar su rendimiento.
El ciclista Alberto Contador, fue despojado de su título en el Tour de Francia 2010, tras detectarse Clembuterol en su organismo. Al igual que nuestros futbolistas, Contador atribuyó el problema al consumo de carne contaminada, sin embargo, la Agencia Mundial Antidopaje determinó que los niveles de la sustancia encontrada en su sangre rebasaban lo permitido y lo suspendieron dos años.
El mismo año, la nadadora jaliscience Nuria Diosdado fue despojada de seis medallas de oro en los Juegos Centroamericanos tras encontrarse rastros de clembuterol en su organismo. El incidente fue atribuido a un jarabe para la tos.
Más recientemente, el beisbolista dominicano Guillermo Mota, fue suspendido 100 partidos de la MLB por el uso indebido de la misma sustancia, la cuál además, es un agente que ayuda a quemar grasa y a aumentar la masa muscular.
En el caso del balompié mexicano, pareciera que nos negamos a aceptar la posibilidad de que algún jugador pudiera verse tentado a utilizar sustancias para mejorar su rendimiento, y terminamos conformándonos con una versión que, si bien puede ser cierta, carece del sustento para dejarnos realmente tranquilos.
Y es que, si de verdad la carne contaminada por clembuterol es una problemática de salud pública, ¿cómo es que en cuatro torneos (dos años) que han transcurrido desde el primer incidente, tan sólo dos jugadores hayan arrojado positivo en las pruebas antidopaje?
Ahora bien, quiero suponer que si de verdad la carne contaminada por clembuterol es una problemática de salud pública, en los próximos días estaremos escuchando de más casos de jugadores que hayan dado “resultados analíticos adversos” como dice la Federación Mexicana de Fútbol.
No olvidemos que, hace un par de años, cuando surgió el dopaje involuntario de 5 seleccionados por carne contaminada, la Secretaría de Salud y la SAGARPA emitieron un comunicado conjunto, para rechazar que existiera un problema generalizado de carne contaminada. Habrá que ver, lo que dice la administración actual.
En su sitio oficial, la WADA (Agencia Mundial Antidopaje) guarda un apartado de preguntas frecuentes sobre el uso de diversas sustancias prohibidas, en donde se refiere al Clembuterol como “una sustancia prohibida y no existe un principio por el cual no esté prohibida”. En el mismo apartado, la WADA aclara que existe la posibilidad de que se lleguen a detectar bajos niveles de clembuterol en el organismo de un atleta, por contaminación de alimentos y en dicha situación, cada caso se manejará de forma única.
El problema en este caso, parte del ‘secretismo’ con el que gusta manejarse la Femexfut, el cuál sólo termina por provocar una avalancha de teorías, sospechas, suposiciones y confusiones.
En muchos otros deportes, los atletas involucrados en el tema de doping, son suspendidos temporalmente hasta que su situación haya sido resuelta con toda claridad. En el fútbol mexicano, los jugadores que arrojaron positivo en sus pruebas de dopaje por clembuterol, siguieron jugando con sus equipos sin ningún contratiempo, y en menos de dos semanas, fueron absueltos.
Y ojo, que no estamos exigiendo culpables, castigos, ni mucho menos sangre. Simple y sencillamente, un poco de transparencia. Es decir, más allá de mandar un escueto comunicado, la Federación podría explicar detalladamente los procesos y facilitar información que deje las cosas un poco más claras. De otro modo, solamente se alienta la sospecha y la impunidad.
No olvidemos que tenemos un fútbol que, según sus directivos, promueve el juego limpio, pero al mismo tiempo, viola los estatutos de FIFA sobre la multipropiedad y/o transferencias de jugadores.
Con esos antecedentes, no resulta difícil sospechar de uno o dos casos de doping pudieran ser creados o encubiertos, con un pedazo de carne.
