ST. VINCENT – ST. VINCENT
Cuando St. Vincent estrenó su segundo sencillo, “Digital Witness”, el año pasado creí que mis temores habían sido confirmados. David Byrne se ha fusionado con el joven y bello cuerpo de Annie Clarke. ¡Vean el pelo gris, es él! Y al escuchar la canción uno se percata de todos los sellos característicos de Talking Heads: la prominencia de las percusiones, los metales, la entonación robótica de Annie cuando canta sobre gente prendiendo televisiones. ¡Es un remix de “Burning Down the House”! Ok, no tanto. Cuando St. Vincent y Byrne lanzaron juntos un álbum hace un par de años, la unión parecía algo lógico: dos almas idénticas pero de generaciones distintas se juntan por azares del destino y producen un disco excelente (con una portada bastante fea). Parecía que Annie Clarke iba a seguir la misma línea de música pop excéntrica de los Heads y en Love This Giant, David Byrne le estaba pasando la batuta a su sucesora.
Sin embargo, fans de los primeros álbumes de St. Vincent no tienen de qué preocuparse. Aunque Annie calza con naturalidad los zapatos de Byrne, su homónimo cuarto álbum mantiene los encantos de sus primeros discos. Su talento en la guitarra se luce en varios temas con esos riffs manchados de distorsión que ocupan los espacios que dejan sus versos, como al final de la primera canción, “Rattlesnake” donde quién sabe qué pedal habrá pisado para generar tanto fuzz. Pero el principal gancho de sus canciones son sus letras que a menudo nos obligan a poner atención desde los primeros segundos. Por ejemplo, en la magnífica “Birth in Reverse” ella canta, “Oh, what an ordinary day / take out the garbage, masturbate.” ¿QUÉ? ¿CÓMO? En “Rattlesnake” ella inicia su verso así, “Follow the powerlines back from the road / no one around so I take off my clothes.” Alguien se siente liberada.
Por otro lado, canciones como “Prince Johnny” y “Huey Newton” nos vuelven a mostrar ese lado sensible que se inclina por las melodías vocales que son dulces para los oídos, apoyadas por coros celestiales que le dan un tono más melancólico a estas historias sobre tipos con problemas emocionales. St. Vincent es prueba de que Annie Clarke es incapaz de hacer un disco malo o aburrido. Ella es una artista de tantas cualidades que es increíble que ninguno pueda resaltar sobre las demás. De alguna manera ha logrado encontrar un balance entre su habilidad en la guitarra, el rango de su voz, su talento para componer los arreglos adecuados, y la perspicacia de escribir versos que encajan con la música. Cualquier sabio consejo que haya tenido David Byrne para ella es un bono. Vade ultra. @ShyTurista
PROMEDIO DE SOPITAS.COM: 9/10
DURACIÓN: 40 minutos
FECHA DE LANZAMIENTO: 24 de febrero, 2014
PRODUCTOR: John Congleton
RESEÑA: #015
1. Rattlesnake
2. Birth in Reverse
3. Prince Johnny
4. Huey Newton
5. Digital Witness
6. I Prefer Your Love
7. Regret
8. Bring Me Your Loves
9. Psychopath
10. Every Tear Disappears
11. Severed Crossed Fingers