Bueno, más que disculpa, lo que hizo Claudia Sheinbaum fue ofrecer un enlistado de las corruptelas que abrieron camino para que el colegio Rébsamen operara, aún siendo un lugar poco seguro. Corruptelas en las que ella, según, nada tuvo que ver y de las que, en ese entonces siendo jefa delegacional de Tlalpan, se enteró sólo hasta que pasó la tragedia.
“Estamos aquí por una recomendación de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, pero más allá de ello, por convicción”, aseguró la ahora jefa del gobierno de la CMDX. “Estoy aquí para ofrecer, como representante del gobierno de la Ciudad de México, una sincera y sentida y profunda disculpa pública a las victimas y sus familiares, por la irreparable pérdida derivada del colapso del colegio Rébsamen durante el sismo del 19 de septiembre de 2017”.
Lo anterior lo dijo Sheinbaum al final de su mensaje de más de 10 minutos de duración, en el evento en el que se entregó el Memorial Colegio Rébsamen, hecho en honor de los 19 menores y siete adultos que perdieron la vida por el colapso del mencionado colegio. Antes, se aventó un rápido (no tanto) historial de cómo se permitió que Rébsamen operara, brincándose en repetidas ocasiones la ley.
De acuerdo con Sheinbaum, tras investigar las razones del colapso del colegio Rébsamen, se puede asegurara que éste, desde 2008, contaba con un cuarto piso, lo cual contravenía las indicaciones de las autoridades, las cuales le dejaban tener, máximo, tres niveles.
Esa irregularidad, aseguró Claudia Sheinbaum, las autoridades de la entonces delegación Tlalpan (ahora alcaldía) la identificaron hasta 2010… y hasta emitieron una orden para la clausura del inmueble, así como demolición del cuarto piso. Sin embargo, como resulta evidente, la orden jamás se siguió.
“Dos años después, en 2012, la propietaria del inmueble presentó un aviso de obra para continuar con la construcción del cuarto piso”, explicó Sheinbaum, para después indicar que hubo una negativa por parte de Dirección General de Obras… pero, con todo y que se hizo una visita de verificación y se ordenó clausurar la obra en diciembre de 2013, el colegio Rébsamen continúo operando como si nada.
Y si todo lo anterior no hace parecer que los dueños del colegio Rébsamen se arreglaban en lo oscurito con las autoridades de Tlalpan, Claudia Sheinbaum acusó que, para rematar en 2014, Juan Mario Velarde, director de Obra, y Francisco Pérez Rodríguez, responsable de Seguridad Estructural, firmaron constancias en las que aseguraban que el Rébsamen era un lugar “seguro”… hoy en día, ambos están detenidos.
Sheinbaum no paró de enlistar a los funcionarios corruptos responsables en alguna medida de la tragedia del Rébsamen. Uno más fue Juan Apolinar Torales, quien también como director de Obra, tramitó ante la alcaldía Tlalpan el visto bueno de seguridad de las instalaciones… y así, como Pérez y Velarde en calidad de auxiliar de la administración pública, avaló que el colegio podía operar sin broncas.
“Para septiembre de 2017, previo a los sismos, el colegio Enrique Rébsamen contaba con los permisos y autorizaciones necesarias para su operación por parte de las autoridades responsables”… permisos que quedó más que probado nunca debieron haber sido emitidos.
“La indignación viene de lo que todos nos preguntamos: ¿cómo es que el colegio tenía documentos legales que afirmaban que el inmueble estaba en regla y era seguro? Sólo se puede explicar con negligencia, corrupción de las entonces autoridades”.
En su mensaje, la ahora jefa del gobierno de la CDMX aseguró que, un mes después del sismo que provocó el derrumbe del colegio Rébsamen (y ya sabiendo del historial corrupto que envolvió la operación de éste), presentó la denuncia correspondiente y eso derivó en la detención de varios exfuncionarios.
Y ya… Sheinbaum aseguró que se han modificado las leyes para evitar que vuelva a ocurrir una tragedia como la del Rébsamen.