Ciudad de la Salud es el nombre de uno de las cinco Zonas de Desarrollo Económico y Social (Zodes) que serán construidas en el Distrito Federal, dando arranque al más ambicioso plan de desarrollo urbano en la administración de Miguel Ángel Mancera.
208 hectáreas de la hoy llamada Zona de Hospitales de Tlalpan serán transformadas, según se proyecta, en una de las áreas más importantes de la ciudad. Contará con un transporte interno llamado Medibús, estacionamientos subterráneos, ecobici y parquímetros inteligentes.
Contará con una Escuela e Enfermería y Medicina, un Centro de Prevención de Diabetes y Obesidad Infantil así como la primera Clínica Mayo, institución privada estadounidense famosa por su eficiencia en el tratamiento del cáncer, y que actualmente sólo opera en Arizona, Miami y Minnesota.
El proyecto será desarrollado por la empresa paraestatal Calidad de Vida. En suma, inversiones pública y privada serán de 6 mil 500 millones de pesos durante los próximos 11 años. Contraerá la creación de 3 mil 297 empleos permanentes y 3 mil 800 temporales.
“El mensaje no es vamos a construir edificios. Vamos a llevar y hacer toda esta obra pública, eso es lo más importante”, afirmó Simón Levy Dabbah, director de Calidad de Vida.
El proyecto arrancará en 2014 y los primeros desarrollos estarán listos para 2017.
Las cinco Zodes proyectadas para el DF son: la Ciudad de la Salud, la Ciudad de la Tecnología, Corredor Cultural Creativo, Ciudad Verde (o Agroindustrial) y Ciudad Administrativa.
El Gobierno del Distrito Federal tiene una tarea verdaderamente difícil por delante. Más allá de realizar con eficiencia y a tiempo los desarrollos proyectados, deberá someterse a una rigurosa vigilancia fiscal, atendiendo a las solicitudes que Hacienda, el Ifai, organizaciones no gubernamentales y la ciudadanía en general, hagan para garantizar la transparencia en la destinación de recursos y seguridad en la infraestructura.
Pese a que se desarrollará en circunstancias muy diferentes, aquel turbio proyecto de Santa Fe sigue causando incredulidad en un DF que urge cada vez más por transparencia y un mejor desarrollo urbano.
Vía: Reforma ,El Universal
