Parece chiste, pero no lo es: En Eslovaquia varios cisnes se volvieron adictos a las amapolas, por lo que las autoridades han tenido que atraparlos y llevarlos a desintoxicar. Sí, es tanta su adicción a estas plantas que estas aves ya no pueden ni volar.
Cisnes se vuelven adictos a las amapolas
De acuerdo con información de DW, cientos de cisnes se volvieron adictos a las amapolas en Eslovaquia. Tanto así que perdieron su capacidad para volar, por lo que las autoridades intentaron sacarlas de un campo repleto de estas plantas.
Pero no fue suficiente, pues las aves seguían llegando a los campos de amapolas porque ya habían quedado encantadas con los efectos narcóticos que éstas les provocaban.
Y sí, en las imágenes que comparte el medio alemán, se ve clarito como los cisnes no paran de comer las plantas y luego un grupo de personas intentan atraparlos para sacarlos de los campos, aunque con un poco de dificultad porque, aunque estaban drogados, resultaban más ágiles que los humanos.
Se van a rehabilitación… digo, desintoxicación
Como los cisnes no pueden volar después de volverse adictos a las amapolas, las autoridades de Eslovaquia han decidido llevarlos a otro lugar para desintoxicarlos e intentar que dejen su fascinación por estas plantas.
Recordemos que las amapolas son las plantas con las que se produce el opio, una droga conocida por producir fuertes efectos narcóticos en las personas.
Según cuentan los cultivadores de amapolas, las aves comenzaron a llegar en febrero de este año; y aunque se iban, regresaban una y otra vez hasta que se comieron cinco hectáreas de estas plantas.
También un problema fue que los cisnes son una especie animal protegida en Eslovaquia, por lo que para retirarlos tuvieron que pedir un permiso a las autoridades locales.
Las aves, por ahora, ya reciben un tratamiento de desintoxicación… falta ver que no regresen a los campos de amapolas.