Te damos cinco razones por las que debes ver La sal de la tierra, un documental sobre Sebastião Salgado, codirigido por Wim Wenders y Juliano Ribeiro Salgado.
1. Porque es la historia de un hombre que abandonó todo para hacer lo que más le gustaba
Sebastião Salgado nació hace 70 años en Brasil. Ahí mismo estudió economía, pero trabajó sobre todo en Europa. Una vez establecido con su esposa y un hijo, renunció cuando tenía una carrera prometedora en el Bando Mundial para dedicarse a su pasión: tomar fotografías. Pronto se dio cuenta de que aquello que buscaba con la cámara no eran los retratos o las pasarelas, sino las realidades sociales paralelas y tan ajenas al primer mundo.
2. Porque quien no conoce la realidad no puede cambiarla
Además de un testimonio sobre la carrera de Salgado, el documental es un crudo recorrido, a través de las fotografías, por los lugares y las personas que viven en la miseria. Se requiere de cierta tolerancia para aguantarlo, sin embargo, después de la atrocidad cuestionamos las ridículas leyes migratorias, la distribución de recursos, la labor de las instituciones mundiales o la crisis del agua, que nosotros tal vez no vemos pero matan.
**** Los siguientes tres puntos, son citas de Ribeiro Salgado, director de la cinta junto con Wim Wenders. Hace unos días tuvimos la oportunidad de conversar con él y esto fue lo que nos dijo…
3. Porque después de perder la fe en la humanidad, hay que recuperarla.
“La mirada de Sebastião es muy dura, no es ingenua sino realista. Es un fotógrafo que junto a su esposa estudia los espacios que habita y fotografía. Para nosotros fue necesario transmitir la esperanza de su último proyecto, Génesis, tanto como la desesperanza de aquellas primeras colecciones de fotografías que se convirtieron en grandes exposiciones sobre la miseria africana o latinoamericana, sobre poblaciones olvidadas por la modernidad.
Es una contradicción aparente, pero cuando vemos un documental ecológico, por ejemplo, es normal sospechar. Aquí no es así. Las fotografías que lo hicieron famoso son impresionantes para nosotros porque no vivimos en semejantes condiciones. Al final de su carrera, Sebastião decide fotografiar lugares del planeta que no estuviesen transformados todavía por la mano del hombre, pero a la vez, su primera fotografía para ese proyecto fue en las Islas Galápagos, siguiendo los pasos de Darwin. Otra contradicción, pero es una buena contradicción porque nos deja preguntas y nos conmueve. Hay una relación directa entre el hombre y la tierra. Y también tiene que ver que él se dedicara con su esposa a reforestar un área gigante en Brasil, y así su relación con lo vivo, con lo que crece.
Con Génesis, no quiere reportar, sino compartir, una visión sobre un mundo bello, es una propuesta para comprender la naturaleza, para tener empatía con un árbol o una montaña”.
4. Porque técnicamente es un acierto cinematográfico.
“Yo tuve la idea inicial. Queríamos concentrarnos más bien en las fotografías. Cómo soy su hijo, el arco dramático de sus viajes, matrimonio y familia se dificultaba para mí. Wim Wenders filmó la plantación de los árboles en el terreno brasileño, es decir, la relación de nuestra familia con esa tierra.
La mayor aportación de Wim al documental fue cómo entrevistó a Sebastião. Lo aisló rodeándolo de cortinas, él no nos veía ni podía escucharnos. Entre dos cortinas, entraba sólo la lente de una cámara. Entre la lente y la cámara había un espejo sin fondo, de manera que lo que Sebastião veía era el espejo y no la cámara. Dentro del espejo se proyectaban las fotografías, sobre las cuales Sebastião iba comentando anécdotas.
Wim estaba cambiando las fotografías y así evocando la memoria que Sebastião tenía de estas. En consecuencia, las personas pueden transportarse a la fotografía”.
5. Porque es un privilegio que un fotógrafo llame historias a sus fotografías y nos cuente cómo fue que las tomó. Y porque, de paso, expone la ética laboral de quien trabaja en comunidades diferentes.
“La historia de este filme empieza con una intuición, no queríamos un filme sobre un fotógrafo sino sobre un evidencia muy importante de realidades diferentes en los últimos años. Sebastião ha viajado por más de cien lugares que atravesaban momentos importantes, muchos de ellos resultaron hechos históricos. Él tiene una forma de integrarse, de conectarse con las personas que va a fotografiar que, en consecuencia, logra que la gente no sea realmente el sujeto u objeto de la fotografía, sino que se trate de individuos con los que se relaciona. Y muchas veces lo que vemos en las fotografías es el resultado de una intimidad.
A diferencia de muchos otros fotógrafos, él quiere transmitir emociones, no la pobreza o la miseria. Es por eso que uno no se puede proteger de sus fotografías. Nos son informativas, no es la ilustración de una idea sino de una relación íntima. Él quiere fotografiar lo que la persona tiene que decir”.
La Sal de la Tierra forma parte de los documentales exhibidos dentro del Festival Ambulante, que en estos momentos se encuentra en Oaxaca. Puedes checar el programa dando clic aquí.
Por Elvira Liceaga (@shubidubi)