A todos nos seducen las ciudades modernas y/o los pueblos con una arquitectura típica y bien conservada. Lugares maravillosos del mundo en los que por su cultura, gastronomía, arquitectura o historia se antoja ir de vacaciones, o incluso hasta quedarse a vivir ahí.
Sin embargo, también hay otro tipo de poblados que cuentan con la peculiaridad de haber sido moldeados por la naturaleza. No son destinos comunes y algunos no aparecen en la mayoría de las guías turísticas, pero basta con echarles un vistazo para darnos cuenta del surrealismo que los rodea.
¿Te imaginas vivir en el cráter de un meteorito o en cuevas de roca volcánica? No, pues hay gente que sí lo hace. Checa estos cinco lugares:
Kandovan (Irán)
Alrededor del siglo XIII, los residentes de este poblado que se encuentra a 55 kilómetros al sur de Tabriz, aprovecharon las rocas volcánicas blandas (producto de varias erupciones del volcán Monte Sahad) para establecer ahí sus viviendas.
Estas casas brindan refrigeración natural y calefacción gracias al material endurecido que proporciona un aislamiento efectivo tanto en invierno como en verano. Por cierto, los viajeros también pueden alojarse en ellas pues también hay hoteles.
Y no se preocupen, el volcán ya se encuentra inactivo.
Lago Titicaca (Perú y Bolivia)
Debido a los ataques de los incas, cerca del siglo XIII, el pueblo de los Uros construyó cerca de 42 islas con juncos flotantes para después poblarlas. Estas estructuras fueron llamadas totoras y su denso sistema de raíces le dieron un soporte natural a las viviendas.
En caso de ataque, cada totora era capaz de moverse como si se tratara de una embarcación gigante.
Hoy en día, varias centenas de uros aún viven en estas islas, muchas de las cuales se han orientado al sector turístico. Para evitar su deterioro, los juncos de la parte inferior de estas grandes embarcaciones se cambian frecuentemente.
Estocolmo (Suecia)
La capital sueca, fundada en 1252, en realidad es un archipiélago que se compone por 25 mil islas que se encuentran repartidas en el mar Báltico. Por ello, la mejor forma de disfrutar esta ciudad es a bordo de un barco que recorre varios kilómetros de arroyos, ríos y puertos.
Los habitantes hacen referencia a estas rocas que sobresalen del mar, llamando Skargarde (Jardín de Arrecifes) a este archipiélago.
Guadix (España)
50 kilómetros al oeste de Granada se encuentra Guadix, un poblado conformado por más de 2,000 casas establecidas en cuevas subterráneas ubicadas en la Sierra Nevada.
Su construcción data del siglo XVI, cuando la persecución de los cristianos obligó a los moros a ocultarse en las cuevas. Actualmente estas viviendas tienen servicios de agua, electricidad, pisos de mármol y hasta internet.
Si bien en el exterior desértico las temperaturas pueden alcanzar los 40ºC en verano, durante todo el año el interior de las cuevas mantienen una temperatura de 20°C.
Nordlingen (Alemania)
Esta ciudad fundada en 898, cuenta con una población de 20,000 personas y se encuentra dentro de un cráter que tiene 25 kilómetros de ancho. Entre sus encantos cuenta con iglesias góticas redondas, callejuelas que se proyectan en forma circular y todas sus casas tienen techos rojos.
En 1960, los habitantes se enteraron que el cráter fue provocado por un meteorito, pues se descubrió cuarzo chocado, un tipo de roca que solamente se forma por la presión generada por el impacto de un meteorito. Se calcula que el impacto se produjo hace 14.5 millones de años, y que la dimensión del cráter era de 1.5 kilómetros.
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¿Con cuál se quedan?