Apenas unos días después de que se alertara sobre el nexo entre gasolineras del país y el crimen organizado, este miércoles la Procuraduría General de Justicia en Michoacán (PGJE) informó sobre el cierre de seis gasolineras que eran operadas por el crimen organizado.
El procurador estatal, Martín Godoy, reportó que en un operativo anoche en el Municipio de Lázaro Cárdenas se aseguraron cinco de las seis, ésta última estaba ubicada en Guacamayas.
“Fueron asegurados seis establecimientos de hidrocarburos relacionadas con operaciones realizadas por presuntos integrantes del crimen organizado y otras que había sido despojadas a sus legítimos propietarios”.
De acuerdo con el procurador, la banda criminal detrás de las gasolineras obtenía de ellas recursos económicos para seguir operando de manera ilícita.
Por supuesto, la existencia y vigencia de estos negocios, aunada al hecho de que el 70% de las gasolineras del país cobran de más a sus clientes abre serias preguntas: ¿hasta qué punto son los estándares de las concesiones de Pemex seguros?, ¿cómo es que estos negocios burlan tan fácil a las autoridades fiscales?, ¿de qué grado son las pérdidas para las finanzas públicas generadas los negocios sucios de las gasolineras?