No son cosas del diablo, o algo sacado de una película de ciencia ficción. Tampoco es el Profesor Charles Xavier de los X-Men. Se trata de un avance más de la ciencia, en concreto, de científicos de la Escuela de Medicina de Harvard en Boston.
Ellos lograron unir el cerebro de un hombre y el de una rata (no es el Laboratorio de Dexter) de tal manera que el ser humano pudiera mover la cola del roedor con tal sólo sus propios pensamientos. ¡No es magia!
Se trata de una interfaz de cerebro a cerebro entre especies y no es un procedimiento que implique cirugía o sea invasivo, ni tampoco implantar algún tipo de electrodos en la cabeza.
Antes de llegar a este avance, los primero acercamientos constaron de los siguiente:
- En el pasado mes de febrero, los científicos habían revelado que pudieron conectar el cerebro de dos ratas y éstas podían transmitirse entre sí información que les permitía realizar tareas sencillas.
- Otro experimento, el científico inglés, Kevin Warwik logró mover mediante un chip implantado en su brazo y conectado a internet un brazo mecánico.
En este nuevo logro, el voluntario tenía electrodos en el cuero cabelludo, los cuales recogían la actividad cerebral; mientras la rata recibía impulsos de ultrasonidos en el cerebro, a través del cráneo. El procedimiento del experimento se regía así:
El hombre debía observar una pantalla de vídeo que muestra una luz parpadeante. Si prestaba la debida atención y miraba a la pantalla, sus ondas cerebrales se sincronizaban con la luz. Cuando el hombre se centraba en el patrón de parpadeo, esa acción era recogida por el ordenador, que después indicaba al ultrasonido que estimulara la parte del cerebro de la rata responsable del movimiento del cuerpo. Como respuesta, la rata meneaba la cola. Seis voluntarios diferentes probaron el sistema con éxito y con apenas dificultad.
Chequen el video:
El futuro nos alcanza…