Llega esa hora del día en la que se suelta ‘la calor’, y para refrescarte vas al garrafón de tu oficina Godínez (donde compran garrafones “de los baras” para no gastar tanto) y llenas tu botellita de plástico. Es más, quizá mientras lees esta nota estés dándole unos sorbos.
Ahora, para echarte a perder el resto de la tarde te diremos algo que no te gustará: Es probable que si vives en el DF, en tu agua haya materia fecal.
Pero no hagas esa cara de asco, mejor imagina que tu agua trae chispitas de chocolate… o mole… o frijoles.
Bueno, todo esto surgió después de que un grupo de científicos del Instituto Politécnico Nacional realizó una investigación donde analizaron las muestras de 122 garrafones de agua de 20 litros, de 111 empresas purificadoras de agua, ubicadas a lo largo de las 16 delegaciones del Distrito Federal.
El resultado no fue nada alentador pues después de realizar un estudio microbiológico en la Escuela Nacional de Ciencias Biólogicas, descubrieron que de las 122 muestras:
- 69 tienen coliformes totales (Citrobacter, Enterobacter, Escherichia coli y Klebsiella).
- 23 contenían coliformes fecales, sobre todo Escherichia Coli).
- 30 pasaron la muestra satisfactoria.
Y no solamente esas bacterias, pues los investigadores también encontraron otras micro bacterias no tuberculosas que ocasionan afecciones respiratorias similares a la tuberculosis y enfermedades intestinales, las cuales podrían ser perjudiciales para quienes tienen diabetes o inmunodeficiencia por VIH.
Los capitalinos, al menos en un gran porcentaje, confían casi ciegamente en la pureza y calidad del agua embotellada de estos pequeños negocios que frecuentemente incumplen con las normas establecidas. Así lo explicaron los científicos a cargo de la investigación:
“Por un costo relativamente bajo adquieren los equipos e instalan empresas purificadoras, inclusive en casas particulares sin las condiciones adecuadas para tal fin, además su personal no realiza el proceso conforme a la Norma Oficial Mexicana 201 sobre productos y servicios. Agua y hielo para consumo humano, envasados y a granel”.
Chale 🙁
Bueno, para no dejarnos en depresión, este equipo de científicos, comandado por Jorge Francisco Cerna Cortés y Jorge Alberto González y Merchand, propone comprar los garrafones a establecimientos que tengan las auditorías y certificaciones que la ley establece.
Abusados con el agua que toman, no les vaya a salir sabor con submarinos.