Cuando se dio la detención de Héctor Alejandro Cabrera Fuentes, parecía que el asunto no sería tan grave. Sin embargo, el científico mexicano ya habría soltado la sopa, admitiendo que sí es espía de Rusia.
De acuerdo con la reseña del interrogatorio realizado a Cabrera Fuentes, obtenido por Proceso, el hombre oriundo de Oaxaca admitió a agentes del Buró Federal de Investigaciones (FBI) que fue reclutado por Rusia para realizar actividades de espionaje en Estados Unidos.
Según lo revelado por el propio Cabrera Fuentes, desde 2018 entró en contacto con el gobierno de Vladimir Putin… más bien, lo interceptaron cuando pretendía abandonar Rusia, luego de pasar algunos días de vacaciones.
“A la salida del aeropuerto y con el pretexto de que había anomalías en su documentación, las autoridades de Rusia les informaron que tenían prohibido abandonar el país. Posteriormente informó que los supuestos agentes rusos le solicitaron su colaboración -de espionaje- como condición para permitirle el regreso con su familia a Alemania”.
Y bueno… el resto es historia.
El pasado 19 de febrero, CNN informó que el científico mexicano fue detenido en el aeropuerto de Miami, luego que se detectó que anduvo por aquellos rumbos haciéndola de “agente” ruso, sin haber dado aviso a las autoridades estadounidenses.
De acuerdo a las fuentes de CNN, el Departamento de Justicia de EEUU ni siquiera estaba preocupado por las tareas que Cabrera Fuentes realizó en nombre de Rusia. Literalmente dijeron que “no estaban demasiado preocupadas” por el trabajo de vigilancia que el científico mexicano efectuó.
#LoMásVisto El científico mexicano acusado de ser espía de #Rusia confesó tener dos esposas, una mexicana y otra rusa. El gobierno ruso lo habría presionado con la situación migratoria de ellas. Y cuando le pidió ayuda a la otra esposa para cumplir las órdenes de Rusia. pic.twitter.com/RWFzTrkV0M
— Imagen Televisión (@ImagenTVMex) February 24, 2020
Según lo que se sabe, Cabrera Fuentes sólo vigiló a un funcionario de Estados Unidos. Ubicó su automóvil y tomó fotos de su matrícula. Y listo. Con ese material pretendía salir de Estados Unidos cuando fue detenido. Toda la información de su labor como “espía” fue encontrada en su celular.
Sin embargo, ahora parece que su trabajo en Estados Unidos fue más allá: “aceptó que recibía instrucciones de su contacto (ruso) durante la celebración de convenciones científicas de la cuales era partícipe”.
Hasta el momento se desconoce cuáles serán los cargos en contra del científico mexicano.