A principios de marzo, la comisión Interamericana de los Derechos Humanos publicó un informe sobre la “Situación de los derechos humanos en México“, en el que se destacaba, una vez más, la grave situación por la que atraviesa nuestro país, tanto en materia de derechos humanos, como en cuestión de justicia y violencia.
Desgraciadamente la única respuesta que la Secretaría de Gobernación emitió ante este informe fue un comunicado en el que descalifica la información que presentó la CIDH:
“No refleja la situación general del país y parte de premisas y diagnósticos erróneos, que no se comparten. El Estado mexicano es enfático en afirmar que en nuestro país no se vive una crisis de derechos humanos, y que las observaciones preliminares de la CIDH – que hoy se retoman en el informe – se construyeron a partir de encuentros y entrevistas sobre temas específicos y en lugares focalizados, desestimando los avances y cambios estructurales que el Gobierno de la República ha impulsado en los últimos años”
Durante una audiencia en Washington, Enrique Gil Botero, comisionado de este organismo, lamentó la postura de nuestro país al no reconocer la crisis de Derechos Humanos por la que atravesamos, además de que calificó de esquizofrénico al gobierno mexicano:
“Desconocer que hay situaciones de derechos humanos en general en nuestros Países y de una manera desafortunada más acentuada en México, en este momento sería quebrantar el principio de realidad. Esa es una de las primeras manifestaciones de la esquizofrenia, romper el mundo interior con el mundo exterior”, exclamó Botero en la audiencia.
Inmediatamente el Subsecretario para Asuntos Multilaterales y Derechos Humanos de la Secretaría de Relaciones Exteriores, Miguel Ruiz Cabañas, refutó las declaraciones del comisionado diciendo que no estaba de acuerdo, pues le parece que el informe presentado es incompleto y deja temas fuera. Además de que señaló al crimen organizado como el detonante de la violencia en México:
“No estamos por una sencilla razón, porque no es el Estado mexicano el causante de la violencia. Son las organizaciones criminales que causan la violencia y el Estado mexicano ha debido reaccionar haciendo uso de los recursos que tiene a su disposición. Tampoco estamos de acuerdo en que el informe fue global”, declaró el funcionario.
Nosotros como ciudadanos nos preguntamos, hasta dónde tienen que llegar las cosas para que el gobierno mexicano reconozca la evidente crisis de Derechos Humanos por la que atravesamos, ¿no es suficiente con la desaparición forzada de 43 jóvenes?, acaso ¿no es suficiente con la alza de feminicidios no en uno, sino en varios Estados de la República?, ¿Está bien la impunidad descarada que hay en estados como Veracruz?.
Si para el Gobierno esto no es suficiente, no queremos imaginarnos cómo tiene que estar la situación en el país para que se reconozca el problema y se haga algo.
