Un clásico de las noticias: si algo pasa en un lugar donde la gente habla inglés, ocupará las portadas durante días. Si ese mismo evento sucede en África, con suerte lo encontrarás enterrado a la mitad de la sección internacional. Esta vez, la historia se repitió con el Ciclón Idai, una poderosa tormenta que destrozó Mozambique, Zimbabue y Malawi durante el fin de semana. Según las autoridades locales, el número de muertos superaría los mil.
“Hasta el momento, hemos registrado solo 84 muertes oficialmente”, explicaba Filipe Nyusi, presidente de Mozambique, en un mensaje televisado. “Sin embargo, cuando sobrevolamos el área está mañana para entender qué sucede… todo indica que registraremos más de mil muertes”.
Beira, la cuarta ciudad de Mozambique, tras el paso del ciclón Idai. El 90% de la ciudad ha quedado dañada o destruida. Varias ONGs ya han activado campañas específicas de ayuda para Mozambique, Malawi o Zimbabue, buen momento para echar un cable. pic.twitter.com/E6jTglo4zm
— Sergio Maydeu-Olivares (@maydeuO) 18 de marzo de 2019
De acuerdo a Al Jazeera, los números oficiales de muertos están rondando los 215 después de que el Ciclón Idai destrozará Mozambique y luego siguiera su camino hacia los otros dos países vecinos: Malawi dice qué hay 126 muertos en su país y el ministro de Zimbabwe mencionaba 89 fallecidos.
En Mozambique, las fuertes lluvias hicieron que una presa se desbordara sobre la ciudad de Beira, un puerto de casi más de medio millón de habitantes. La Cruz Roja afirma que el 90% de la ciudad está destruida y el último camino para acercarse también quedó destrozado. “El daño es masivo y espantoso”, informaba la organización internacional en un comunicado.
Beira, cuarta ciudad de Mozambique, destruida en un 90 % por el ciclón Idai ▶ https://t.co/rFWHqVBaBZ pic.twitter.com/TTlX5GFcPh
— RTVE (@rtve) 18 de marzo de 2019
Los reportes locales aseguran que las lluvias no han parado, que los refugios no se dan abasto y qué hay ciudades enteras incomunicadas.
En Zimbabue ya se declaró un estado de emergencia después de que el distrito de Chimanimani quedara completamente incomunicado. Vientos superiores a los 170 kilómetros por hora destrozaron casas, avenidas, caminos y puentes. Los equipos de rescate no han podido llegar a la zona después de que las personas han quedado atrapadas en las montañas cercanas.
La ONU estima que después de la tragedia, más de 5 millones de personas van a necesitar ayuda alimentaria.