Qué cosas, ¿no? Mientras la humanidad sigue trabajando para encontrar una vacuna contra el COVID-19, el trabajo de los gobiernos empieza a enfocarse en otros puntos complicados: ¿cómo conseguirla? En el caso de México y Latinoamérica parece ser que será a través de un préstamo de mil millones de dólares que China está organizando.
Este financiamiento fue anunciado por el canciller Wang Yi y fue dado a conocer por la Secretaría de Relaciones Exteriores de México.
“El canciller chino destacó que la vacuna desarrollada en su país será un bien público de acceso universal y que su país destinará un préstamo de mil millones de dólares para apoyar el acceso de las naciones de la región al antídoto”, se lee en un comunicado de la cancillería nacional.
Todo esto sucedió en una conferencia virtual entre China y los cancilleres de países de Latinoamérica y el Caribe.
La participación de Marcelo Ebrard —según informa la Secretaría de Relaciones Exteriores—, se dedicó en agradecer la cooperación internacional, específicamente con China. Nuestro canciller se enfocó en echarle porras al puente aéreo que existe con el gigante asiático que ha permitido el traslado de equipo y material médico.
¿Y sobre el préstamo?
Ahí va lo complicado: no dieron más detalles.
Más allá de la participación del canciller de China y el bombazo de este millonario financiamiento, no hubo más información. No se especificó el avance de la vacuna producida en su país, no se especificó a qué naciones de Latinoamérica estará enfocado… y por supuesto, también hicieron mutis de la tasa de interés con la que vendría acompañada.
Lo que sí sabemos es que en la junta participaron funcionarios de Argentina, Barbados, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, República Dominicana, Ecuador, Panamá, Perú, Trinidad y Tobago y Uruguay, que están en espera de más información.
Lo que supongo que nos interesa a todos: de cuánto va a ser el tamalazo económico para poder comprarle la vacuna a China.