Una nota que los especialistas en finanzas reciben con emoción y expectativa, como si se tratara de una guerra de albures: sigue el duelo de aranceles que desde hace rato se traen China y Estados Unidos.
El embate viene esta vez por parte de los liderados por Xi Jinping, es decir China. De acuerdo con medios internacionales, el gobierno del país asiático decidió imponer nuevos aranceles a los productos de procedencia estadounidense, los cuales entrarían en vigor en dos fregadazos: el 1 de septiembre y el 15 de diciembre.
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Según indica El Financiero, los gravámenes que pretende imponer China tendrían una afectación por cerca de 75 mil millones de dólares, aplicando una tasa adicional de 10% a los aranceles que ya existen, resultado de este duelo de poder a poder que se están dando asiáticos contra gringos… y es que previamente el gobierno de Trump anunció impuestos adicionales a bienes chinos, los cuales son valorados en 300 mil millones de dólares.
De acuerdo con un comunicado emitido por el Ministerio de Comercio de China, los nuevos aranceles serán aplicados a un total de 5 mil 078 productos de procedencia estadounidense… entre ellos, bienes agrícolas, pequeñas aeronaves, automóviles y…. petróleo.
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Reforma indica que uno de los aranceles que más duro se aplicará será el de los autos, ya que alcanzará el 25%, mientras que se le aplicará 5% de gravamen a sus componentes.
“La parte china espera que EU continúe siguiendo el consenso de la reunión de Osaka (Japón), regrese al camino correcto de consulta y resuelva las diferencias, trabaje duro con China para poner fin al objetivo de terminar con las fricciones económicas y comerciales”, indicó el Consejo de Estado de China en comunicado.
Como se ve, China es el que medio daba de su parte para resolver las disputas comerciales con Estados Unidos. Por ejemplo, en meses previos, levantó algunas de las medidas punitivas que había impuesto… nomás como medida de “buena fe”, para ver si las negociaciones con el gobierno de Trump marchaban. Evidentemente no.