Por tercer día consecutivo, un grupo de comerciantes, turistas y gente de comunidades mayas bloquearon los accesos —en este caso la carretera Mérida-Puerto Juárez— a la zona arqueológica de Chichén Itzá. Se trata de una serie de protestas por desalojo, basado en la discriminación, corrupción en el INAH y hasta por sobornos para que turistas suban a la pirámide durante las noches.
¿Neta? Al menos estas son las denuncias de grupos de comunidades mayas, que han mantenido bloqueados los accesos a Chichén Itzá, mientras que el INAH dice que se trata de un conflicto basado en la defensa de “intereses particulares relacionados con la tierra”.
¿Qué está pasando entre las protestas de mayas y el Instituto Nacional de Antropología e Historia en Chichén Itzá?
De acuerdo con La Jornada Maya, gente de las comunidades de Pisté, X-Calakoop y San Felipe son las responsables de los bloqueos en los accesos a Chichén Itzá.
Las razones ahí están: las denuncias por corrupción dentro del INAH —o del personal que administra esta zona arqueológica— y el desalojo de comerciantes.
Por estas dos razones, exigen la destitución del director de la zona arqueológica Marco Antonio Santos Ramírez, acusado de ponerle un pie al trabajo de las comunidades mayas.
(En las protestas han sonado un buen las denuncias por el indebido manejo de las instalaciones, pues la gente inconforme asegura que el mismo personal del INAH recibe moches de hasta cinco mil pesos por subir a los/las turistas al templo de Kukulkán. Sí, el mismo que intentó subir LadyChichénItzá en 2022, pese a que está prohibido).
Estas protestas han terminado en la amenaza de la toma de las instalaciones a partir de este miércoles 4 de enero.
Aunque con toma o sin toma, las protestas han provocado que el turismo que se dirige a Chichén Itzá mejor dé la media vuelta y decida ir a otro punto turístico o de plano cancele, según la explicación de Isabel Aragón, vendedora de tours y entrevistada por Víctor Hugo Vargas de SQCS.
La respuesta del INAH
Y, ¿el INAH? ¿Qué dice ante las denuncias? Pues mientras las comunidades mayas se han movilizado por tres días, para el director del INAH Diego Prieto todo se trata de un asunto de intereses particulares.
En entrevista en Enfoque Noticias, el 3 de enero, Prieto dijo que hay grupos de ejidatarios que están saliendo en defensa de intereses particulares y que, en general en Chichén Itzá hay un complejo problema de vendedores.
Y, ¿qué hay de las denuncias por sobornos para que turistas suban a la pirámide de Chichén Itzá?
Según Prieto, ya están investigando qué onda, pero hasta el momento no tienen pruebas.
“Si se acredita, inmediatamente actuaremos”, dijo. Lo que es un hecho es que tanto comerciantes y comunidades mayas, cuyos recursos llegan precisamente del turismo —por las visitas a Chichén Itzá—, están cargando con las consecuencias de este problema sin resolver, al mismo tiempo que el INAH y el turismo local y extranjero, así como el municipio de Tinum, Yucatán.