El 1 de enero se estrena la película “Gloria”, la biopic de Gloria Trevi… sí, aunque no lo crean, y si están dudosos de verla, tal vez esta reseña les ayude.
Para empezar no es una película en la que retraten a la cantante como una súper artista o un maravilloso ser humano o la próxima estrella de la escena mexicana o alguien a quien todos deberíamos admirar, no. Esa sería una historia que a nadie le interesaría ver.
Tampoco van a ver una película porno, dónde pasen todo lo que los medios de comunicación dijeron en ese momento sobre el clan Trevi-Andrade. Si forman parte de esa amnesia colectiva pues cuándo sucedió todo este escándalo eran muy pequeños o no se acuerdan, los invito a que busquen en su motor de búsqueda favorito, no es tan complicado.
Para empezar deben saber que la película es dirigida por el suizo Christian Keller, que cuenta con los derechos de todas las canciones (las cuales el guionista introduce de una manera perfecta de acuerdo a las situaciones de la historia), pero no con la bendición de La Trevi ¿por qué? Básicamente, porque se aborda toda su relación con Sergio Andrade, el mismo que la llevo al estrellato y a la miseria.
El director muestra a Gloria Trevi desde sus inicios. Cómo vino de Monterrey al DF a buscar una oportunidad en la “academia de talentos de Sergio Andrade”, donde lo conquistó con su energía, sus canciones primitivas y su hambre de triunfar, no importando qué tuviera que hacer.
El éxito de la cantante se debe a que irrumpe en la escena musical de los 80, la cual estaba dominada totalmente por Televisa y “Siempre en Domingo” (sí salías ahí, ya la habías hecho), dónde la música tenía que ser fresa y pop, porque mientras Lucerito usaba vestidos y sombrero, la Trevi iba con la greña suelta y las medias rotas.
Es así como logra hacerse de un nombre, rompe con los paradigmas de una sociedad mexicana donde “las niñas bien” y las buenas costumbres rigen el día a día. Se va a TV Azteca dónde comienza a triunfar poco a poco y ahí, El Tigre, decide que la quiere en la televisora de San Ángel.
Durante estos cambios de televisora, la historia corre paralelamente narrando la relación de Andrade y Gloria. Refleja un ser humano ingenuo (incluso llegas a sentir pena por ella), que “cegada” por el amor a Sergio hace todo lo que él le dice y por supuesto que se hace de la vista gorda cuando comienza a meter menores de edad a su cama. Porque eso no lo niega nadie, Sergio Andrade se casó con Aline Hernández cuando tenía 15 años, Marlene Calderón entró a los 13 y supuestamente tiene un hijo del productor.
Simplemente, se le adjudican alrededor de 9 hijos con menores de edad. Lo que la película intenta comunicar es empatía por el personaje, que seguramente vivió los mismos abusos que las demás niñas y Mary Boquitas, mientras era parte de ese grupo. Aunque claro, esto no justifica que Gloria no haya dado aviso a las autoridades por el hecho de “estar enamorada”, sabiendo que tener relaciones sexuales con una menor de 18 años es considerado un delito y más si es a través de engaños.
La actuación de Sofía Espinosa (y su parecido físico) es impresionante, estudió el personaje de pies a cabeza, sus muecas, su manera de hablar, absolutamente todo. Marco Pérez como Sergio Andrade es grato, la perversidad que logra proyectar es increíble; Ximena Romero como Aline, refleja a la perfección la ingenuidad de estas niñas que llegaron a manos de Andrade, con la finalidad de ser alguien en el mundo del espectáculo e impulsadas por sus mismos padres (en algunos casos).
Esta película no es lo que nos imaginábamos. Tampoco esperen ver todas las situaciones que se dijeron en los medios, como las orgías, comerse el vómito, ni escenas de sexo explícitas, no es cine Gore ni clasificación XXX.
¿Quieren pasar un rato palomero con la película y cantar “Doctor psiquiatra”? Vayan a verla, y si no les interesa esto, sabemos que por el puro morbo irán.