¿Cuántas veces no has intentado presumir tus habilidades culinarias al mundo y terminas haciendo un relajo en la cocina y con un alimento que no se comería ni tu perro? A todos nos ha pasado.
Vemos una receta “facilísima” de cualquier cosa en internet y de pronto nos sentimos el Pelé de la cocina (?), capaces de hacer cualquier cosa… El cielo es el límite cuando creemos que tenemos el mundo culinario en nuestras manos.
Luego llega la realidad y todo parece más o menos como las fotos que les presentamos a continuación donde vemos que tener conexión a internet, no te garantiza ser un chef… Vaya, no te garantiza ni siquiera tener la capacidad de cocer unos huevos. Así se ven sus platillos: