“Mi viejo Joaquín Guzmán Loera ya no es lo que era”, es la queja de familiares y conocidos del ex líder del Cártel de Sinaloa, quienes sienten re’gacho las pocas veces que consiguen ver al susodicho y notan que, del hombre que fue el terror de FBI, ya poco queda.
Debido a los malos tratos que recibe en el penal de Ciudad Juárez, igual y “El Chapo” no llega a cargar los peregrinos, así lo advirtió su esposa, Emma Coronel. Según la mujer, la salud de quien fuera “el hombre más buscado del mundo” está en picada y chance y para diciembre ya no habrá nada que mandar a los Estados Unidos.
“Para qué quiero saber lo de la extradición, que me dicen que ya me voy el año que entra, pues si no atienden mi salud, para diciembre ya no voy a estar vivo, ¿para qué es el escándalo de la extradición?”, reclamó “El Chapo” a su mujer.
En entrevista para Milenio Televisión, Coronel pidió a las autoridades que ya no sean gandallas y le otorguen a su marido un trato “digno de un ser humano, que lo traten como cualquier interno (…) que no le quiten su vigilancia, pero que le den su visita completa, que lo dejen salir al patio”.
No es la primera vez que los allegados al rey de la FriendZone hacen este tipo de reclamos. Antes de su traslado a Ciudad Juárez, se hacían los mismos señalamientos en El Altiplano, lugar en la que no se dejaba que “El Chapo” se echara su sueñito reparador, ni le permitían convivir con el resto de la población del penal.
Ahora, en el Ciudad Juárez, la situación es similar: “el único contacto que tiene es con la familia, cada 8 o 10 días, y con los abogados un día a la semana, todo en condiciones de desigualdad frente a lo que gozan los demás internos”, señaló el abogado José Refugio, quien elaboró la denuncia que Coronel presentó ante la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), en la que se señala que el capo es víctima de tortura, por lo que se solicita emitir medidas cautelares.
“Estamos reclamando la afectación al derecho humano a la salud, y como consecuencia poner en peligro la vida de él y la afectación a la integridad física, psicológica y moral; está en estado de depresión, ya no puede, está al límite de sus fuerzas”, agregó.
Advertidos estamos. En una de ésas, de repente nos enteramos que, de tanta tristeza, “El Chapo” se fuga… pero del mundo. Y no porque se vaya a suicidar –aclara Coronel- sino por el daño que pudiera sufrir “por la tortura y el aislamiento que le está provocando el Gobierno”.