Aunque se supone que sólo la PGR, el CISEN y la Policía Federal son las únicas facultadas para intervenir las comunicaciones privadas de una persona… y eso, siempre y cuando cuenten con una autorización de un juez federal, un estudio revela que eso nomás no aplica en al menos 12 entidades del país.
De acuerdo con la Red en Defensa de los Derechos Digitales (R3D), son varias las administraciones estatales que se han hecho de los servicios de compañías mundiales especializadas en la intervención de dispositivos de comunicación y cómputo. Hacking Team, NSO Group y FinFisher han podido comercializar sus productos en entidades como Baja California, Chihuahua, Durango, Tamaulipas, Jalisco, Nayarit, Tlaxcala, Estado de México, Ciudad de México, Puebla, Guerrero y Campeche”, revela el estudio titulado “El Estado de Vigilancia: Fuera de Control”.
Basado en alrededor de 600 solicitudes de información, el mencionado texto señala que las autoridades que adquirieron los softwares ofrecidos por las mentadas empresas no poseen las facultades legales o constitucionales, por lo que su adquisición y uso es “claramente ilegal”.
Según Animal Político, los estados que conforman el metiche listado no son los únicos que espían los dispositivos de ciudadanos a placer, caso de Nuevo León, donde las intervenciones de comunicaciones también se realizan, aunque éstas son legalmente autorizadas. En el resto de las entidades se hace uso del software de Hacking Team (principalmente) fuera de la ley.
“Es decir no existe evidencia de que el gasto público erogado por dichas autoridades haya implicado una sola intervención de comunicaciones privadas tramitada de manera legal, esto a pesar de que el monto del software en dichos estados asciende a más de 47 millones de pesos”.
Bueno… para que no digan: a veces el gasto es justificado, aunque no creíble. Por ejemplo, parece que en Querétaro tenían muchas ganas de saber con quién chateaba un fulano. Tanto así que gastaron más de 4 millones de pesos para adquirir el software, cuando sólo se tiene registrada la solicitud para intervenir una única comunicación. Sí… sólo una. Quizás, ya por afuerita, las autoridades se dedicaron a espiar con el costoso juguetito o bien, exageraron el monto del programa. Quizás una mezcla de ambas.
En fin, para acabar de sentirnos bajo la mirada y oídos del Big Brother, también es bueno saber que la Secretaría de Defensa Nacional adquirió el software con el que se puede hacer una invasión de amplio espectro en las vías de comunicación de los ciudadanos. Para saber nuestros secretos, el Ejército habría hecho un gasto de aproximadamente 6 milloncitos de pesos.