No cabe duda de que CDMX es un lugar que guarda un montón de secretos en sus entrañas, entre sus edificios y calles, tal como lo vimos con el increíble hallazgo de 23 cajas de plomo, que contenían desde cruces de madera hasta pinturas en la Catedral Metropolitana.

Y como suele suceder en los hallazgos históricos, este descubrimiento fue gracias a los trabajos de rehabilitación en uno de los puntos más representativos de CDMX: la Catedral Metropolitana, cuyas obras de construcción comenzaron en 1573 y terminaron hasta 1813 —es decir, 240 años de construcción sobre un centro ceremonial mexica, en la zona del Templo Mayor.

Foto: Secretaría de Cultura.

23 cajas de plomo: El increíble descubrimiento en la Catedral de CDMX… ¿qué tenían?

Después de los sismos de 2017, la Catedral de CDMX fue uno de los inmuebles históricos con daños y por esta razón entró al Programa Nacional de Reconstrucción.

Sin embargo, hace poco que los trabajadores se toparon con un tesoro religioso, que posiblemente data de hace 100 años —una de las piezas es la que ha arrojado este cálculo.

Foto: Secretaría de Cultura.

¿Cómo dieron con las 23 cajas de plomo? Antes de que terminara 2022, el 30 de diciembre, una baldosa de barro que cubría una cúpula orientada al norte se desprendió.

Los trabajadores encontraron una pequeña caja de plomo con una inscripción en latín. Y al informarle al INAH (Instituto Nacional de Antropología e Historia) de lo ocurrido, le entró el gusanito a este instituto para saber qué más podían topar.

Foto: Secretaría de Cultura.

Y pues fue una buena decisión porque se llevaron otra sorpresa con el hallazgo de otras 22 cajas de plomo, que estaban en pequeños nichos rectangulares distribuidos en las paredes de esta cúpula y que contenían pinturas, cruces de madera y palma, pergaminos y fragmentos de medallones de barro y cera —aunque… hubo una en la cual no encontraron nada más que puro signo de saqueo.

De hecho, las cajas contenían las imágenes de los santos protectores de la Catedral Metropolitana —cuya existencia y presencia en este inmueble histórico es más bien una especie de protección para el mismo.

Y, ¿quién las puso ahí y por qué? Sobre las razones, todo apunta a la protección de la Catedral. Y con “protección” nos referimos a algo religioso. Por otra parte, el equipo del INAH aún no puede determinar quién o quiénes las colocaron, aunque tiene una idea de que más o menos pudo suceder entre los siglos XVII y XVIII.

Foto: Secretaría de Cultura.

También, de entre todas las cosas curiosas de este descubrimiento, están las pistas que revelaron que una de las cajas ya había sido descubierta hace dos siglos.

La construcción con Manuel Tolsá

Resulta que una de las cajas —dedicada a San Juan Bautista— contenía un papel con una inscripción que data de 1810.

Aquí la inscripción citada por El País: “Severo Arceo y Nicolás Serrano, pintores, y José Félix, José Sicilio y Juan García, albañiles, y Juan Flores, sobre estante, cuando se pintó esta cúpula, año de 1810, encontraron estas reliquias de su santidad Juan Bautista. Y rogar a Dios por sus almas por amor de Dios. Era virrey el señor arzobispo don Francisco Xavier de Lizana y Beaumont, gobernaba en España Fernando VII y en Francia Napoleón Bonaparte”.

Foto: Secretaría de Cultura.

Justo por este papel, sabemos que una de las cajas fue descubierta, abierta y regresada a su nicho ya en la última fase de la construcción a cargo del arquitecto Manuel Tolsá, quien terminó el proyecto iniciado por Claudio de Arciniega.

Y tal como en aquella ocasión, el INAH decidió aplicar la misma. Es decir, le ha echado un buen ojo al contenido de estas 23 cajas que regresarán a sus nichos para preservar la protección a la que fueron destinadas.

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Hola, soy Lucy Sanabria. Desde 2018 redacto y reporteo para Sopitas.com, con especial entusiasmo en temas de derechos humanos y LGBT+. En 2021 fui parte de la generación de la beca de Periodismo Incluyente...

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