Que alguien se haya encontrado, entre tantas millones de personas, con el que meses antes lo secuestró nos dice algo: que las grandes casualidades existen… o que de plano ya es más difícil toparte con alguien que no haya sido víctima de un delito.
No sabemos, pero sucedió:
Un hombre, al que sólo se le identifica como Juan Manuel, hacía un recorrido normal por las calles del Centro del DF (por avenida Juárez, específicamente), cuando de repente se encontró cara a cara con el sujeto que meses antes lo secuestró a él y su familia.
Muchos lo primero que harían al estar en tal situación es huir del lugar (no vaya a ser que la historia se repita), pero Juan Manuel no: lo que hizo fue pedir el auxilio de policías, para que realizarán la detención del delincuente.
Los polis han de haber creído que el denunciante estaba borracho o algo parecido… pues sólo imaginar lo siguiente: “detengan a ese hombre, me secuestró hace dos meses en Tulancingo”, tampoco ha de ser algo que les digan muy seguido… pero al notar que el sujeto huía, por si las dudas, lo detuvieron.
En la declaración ministerial que realizó la víctima, ésta relató que Antonio Macías Flores –nombre del presunto plagiario- perteneció al grupo de secuestradores que el 12 de agosto lo privaron a él y a su familia de la libertad… para salir con vida se pagó un rescate el 14 de agosto. Además señaló que por miedo no denunció los hechos en el lugar en que ocurrieron, en el estado de Hidalgo.
La situación jurídica de Macías Flores aún no está definida… pero si sale libre (esperemos no) seguro va a pasar un rato para que quiera darse una vuelta por la Alameda… no lo vayan a reconocer de nuevo.