De pronto Neymar no acaba de poner los pies sobre la tierra y se dedica a infringir códigos tan sencillos como el concentrarse de lleno en un partido y no regalar a la gente en las tribunas sonrisas y autógrafos en pleno juego.
El brasileño fue el protagonista este fin de semana de una escena que no dejó contentos a los directivos del Barcelona. Y es que mientras se llevaba a cabo el juego entre los culés y el Villarreal, este decidió autografiar un zapato y darle la mano a otro aficionado.
Pero no pasó esto en el medio tiempo o algo así, sino cuando Ney calentaba junto a Montoya y Sergi Roberto “infringiendo” un código por el cual podría recibir un castigo.
Chequen el polémico momento:
Muchos pensarían que esto es un exceso, pero la directiva aseguró que el brasileño se desconcentró y pudo no haber rendido lo mismo al entrar a la cancha.