Hace dos días les informamos sobre el pedido de prisión preventivo que se hizo contra el expresidente de Perú, Ollanta Humala, y su esposa por la sospecha de haber recibido uno que otro soborno para costear la campaña con la que llegó a la presidencia. “Van a entambar a un expresidente cuando los cerdos vuelen”, muchos pensaron… pues no sabemos si volaron los de hacer tocino, pero hoy amanecimos con esto.

En lo que se determina si cometió el delito de lavado de activos, la expareja presidencial fue condenada a 18 meses de prisión preventiva, esto a petición de la Fiscalía peruana, informan medios locales. Según las investigaciones que se realizaron en el país latinoamericano, Humala estaría involucrado en uno de los entramados de corrupción más grande de los que se tenga registro: el caso Odebrecht.

Humala y su esposa son acusados de lavado de activos y asociación ilícita para delinquir. Acusaciones que fueron respaldas por el representante de la constructora brasileña en Perú y por el mismísimo Marcelo Odebrecht, quien declaró que mandó al expresidente la cantidad de 3 millones de dólares… bueno, no directamente a él, pero sí al Partido Nacionalista, el cual ocupó la feria en la campaña electoral con la que su abanderado se llevó los comicios.

En lugar de escaparse al estilo mexicano, Humala y su esposa siguieron los pormenores de la audiencia en la que se discutió si procedía o no el pedido de la Fiscalía. Al saber que el pedido de detención tuvo aceptación, la pareja salió de su hogar ubicado en el distrito de Surco, para elegantemente entregarse en el Palacio de Justicia del centro de Lima… lo cual no significa que aceptan su culpabilidad. “A pesar de la arbitrariedad estamos aquí, confiamos en que esta decisión se va a revertir por ser de justicia”, escribió la esposa de Humala, Nadine Heredia. En efecto, como ya muchos lo suponen, la expareja presidencial advirtió que apelará la sentencia que los mantendrá encerrados por 18 meses.

La decisión del juez Richard Concepción Carhuancho se basó en el hecho de que Humala y Heredia son altamente sospechosos de haber cometido los delitos que se les imputan. Además, existe evidencia de su voluntad para obstaculizar la justicia: “existe un alto grado de probabilidad de que Humala pueda comprar testigos en caso de lavado de activos”, acusó Concepción Carhuancho, quien agregó que, aunque Nadine Heredia sólo fue cómplice, también tiene que ir al bote, ya que hay peligro de fuga de su parte.

A pesar de no estar confirmado, se especula que Humala le hará compañía al también expresidente Fujimori, ya que podría ser enviado a la Dirección de Operaciones Especiales (Diroes). En el caso de Heredia, sería enviada al penal de Chorrillos. Esto es casi un hecho, ya que es la única prisión en Lima que alberga mujeres.

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