De acuerdo con el registro de la Comisión Nacional de Búsqueda y de la Secretaría de Gobernación, en México ya se reportan más de 100 mil personas desaparecidas que a la fecha no han sido localizadas. Y aunque con el paso del tiempo y las administraciones siempre se ponen sobre la mesa promesas de avance… nomás no llegan.
Esta es la historia de Carlos Eduardo Monroy Velázquez, un joven de 20 años que supuestamente cruzó a Estados Unidos en busca de una vida mejor, con ayuda de un pollero, y luego desapareció.
Una serie de irregularidades en su búsqueda
De acuerdo con lo que nos explicó el tío de Carlos, Marco Velázquez, el 18 de marzo de este año, 2022, Carlos salió del Estado de México con dirección a Piedras Negras, en Coahuila, para poder cruzar por el Río Bravo a Estados Unidos.
La última vez que supieron de él fue por un mensaje que mandó, vía WhatsApp, avisando que estaba en la población de Guerrero esperando el amanecer para poder cruzar. También avisó a su familia que el coyote que lo iba a pasar era Edgar Benigno Juan.
Luego nada.
El 20 de marzo el coyote le dijo al primo de Carlos que lo había dejado inconsciente en el desierto del condado de Mavericks, en Texas, e incluso les dio algunas coordenadas del punto exacto.
De inmediato se levantaron las denuncias correspondientes en el Estado de México y el tío de Carlos viaja a Piedras Negras, en Coahuila, para acudir a la Comisión de Búsqueda local y a la organización Familias Unidas.
El 25 de marzo Marco llegó hasta Texas para solicitar la búsqueda de Carlos sin ningún resultado favorable. A pesar de que intentó acercarse a las coordenadas que el coyote dio, la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos se lo impide porque es propiedad privada y lo mandan a las oficinas.
Un día después le avisan que ya buscaron en dicho lugar y que encontraron las credenciales, la cartera y el celular de Carlos, pertenencias que le entregaron en el Departamento de Policía del Condado de Maverick. Pero de Carlos nada.
En la Fiscalía de Coahuila le dijeron que como es territorio americano la denuncia de desaparición no procede. Finalmente acceden a levantarla pero se niegan a darle copia.
“Fui nuevamente al Consulado mexicano en Eagle Pass (Texas) , donde el funcionario Eduardo Hernandez, me revictimizó y se negó a buscar en el expediente. Sólo me dijo varias veces “no hay nada” y cuando manifesté mi incomodidad por su servicio público, intervino el licenciado Carlos Colorado, jefe de Eduardo, y me mandó a la oficina de Enlace de Pasaportes en Piedras Negras (Coahuila) para la toma muestra de ADN a mi hermana“, cuenta Marco, el tío de Carlos.
A pesar de que ya pidieron la ayuda de Marcelo Ebrard, canciller mexicano, pusieron una queja en la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) contra el funcionario que los trató mal y pidieron ayuda a la Comisión Nacional de Búsqueda, aún no hay rastro de Carlos.
