Una pieza importante en el caso del supuesto lavado de dinero en contra del candidato a la presidencia de México, Ricardo Anaya, ya soltó la sopa.
Resulta que Luis Alberto López López, chofer del empresario Manuel Barreiro, declaró que en efecto firmó los documentos, por orden de Barreiro, para constituir la empresa Manhattan Master Plan, misma que compró la nave industrial a Ricardo Anaya.
Por lo anterior, la PGR y Luis Alberto López llegaron a un acuerdo reparatorio para que la Procuraduría desistiera de la acción penal en su contra.
Para ello, el chofer ofreció como reparación la entrega de la nave industrial adquirida por Barreiro a la Unidad de Inteligencia Financiera de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público.
Además, se tomó en cuenta que el implicado aportó datos a la investigación, que por cierto sigue abierta en contra de Barreiro y otros colaboradores.
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— EL UNIVERSAL Qro (@universalqro) 10 de abril de 2018
¿Porqué es importante la declaración de Luis Alberto López?
Todos ya sabemos que Ricardo Anaya vendió una bodega de su propiedad a la empresa Manhattan Master Plan por 54 millones de pesos, aunque dicha empresa estaba catalogada como empresa fantasma por el SAT.
Al momento del estallido del “lavado de dinero” era el arquitecto Juan Carlos Reyes quien aparecía como el principal accionista de la empresa.
Sin embargo, cuando el SAT declara a Manhattan como una empresa “fantasma” salió a la luz que al principio, los principales beneficiarios registrados eran Luis Alberto López y María Amada Ramírez Vega, chófer y esposa del contador de Manuel Barreiro -supuesto empresario “cerebro” del esquema de lavado-, es decir “prestanombres”.
Uno de los abogados que destaparon el esquema de lavado de dinero, Daniel Rodríguez, admitió que sugirió a Barreiro cambiar el nombre de los dueños para que la historia “tuviera más congruencia” y sugirió el del arquitecto Juan Carlos Reyes.
El acta de asamblea en la que Reyes “adquiría” el 99% de las acciones de Manhattan fue hecha con una fecha anterior de la compra, precisamente para hacer notar que Reyes ya era el dueño al realizar la operación.
Incluso se elaboró un convenio de negocios, también con fecha anterior, en la cual se autorizaba a Luis Alberto López -el chofer- a hacer compraventa del inmueble, acto que justificaba su participación incluso cuando “legalmente” ya era Reyes el dueño.
Pásale por aquí si quieres saber como se constituyó el esquema de lavado de dinero.
