Y hoy en “1000 maneras de morir…”
El mundo de las llamadas boysband estuvo al borde de estar nuevamente de luto luego de darse a conocer el incidente que sufrió James McElvar, miembro de la agrupación Rewind… ok, quizá no era muy conocido el casi fallecido, pero lo que llama la atención es la forma en que sucedió el lamentable hecho.
Aunque tal vez no llevaba mucho equipaje (sólo una maleta y una mochila) cuando estaba a punto de tomar su avión en el aeropuerto de Stanted, McElvar fue informado que tendría que aflojar un costo extra en caso de abordar con sus petacas… Por tacaño o por hacerse el jocoso, el cantor de 19 años decidió ponerse toda la ropa que llevaba, acto suicida con el que evitó pagar 45 libras. Aunque conocedor de que tendría más calor que gordito viajando en Metro, el ídolo juvenil no contaba con que la presión a la que estaría volando –sumado a su temperatura corporal- haría mella en su salud.
Quizás no fue de sus mejores ideas ponerse seis playeras, cuatro jumpers, tres pantalones de mezclilla, un pants, dos chamarras y dos gorras… antes de viajar a más de 37 mil pies de altura.
En pleno viaje de Glasgow a Londres, McElvar sintió algo raro en el pecho… “ahh este enamoradizo chavo”, quizás pensó uno de sus compañeros… pero no, el cantante pensó que estaba a punto de sufrir un ataque al corazón y, al poco tiempo, perdió el conocimiento…
Por suerte, como en aquel excelente capítulo de Dr. House, en el avión había un médico, el cual le dio una inyección intrapiernosa los primeros auxilios y asistió hasta que la nave aterrizó…tres horas más tarde ya estaba rumbo al hospital.
“Sabía que algo andaba mal, desde el principio no podía respirar correctamente, pensé que estaba teniendo un ataque al corazón (…) Fue una pesadilla. Me desmayé dos veces y fui sacado del avión a una ambulancia “, recuerda McElvar.
¿Y por qué no repartió la carga entre los otros cuatro miembros que -todos sabemos- completan la banda Rewind?… es que ya todos habían abordado, ahhh.