Mucha crisis, pero no faltó quien sin ninguna bronca pudiera desembolsar unos buenos millones de pesos para hacerse de la casa de quien fuera uno de los narcotraficantes más reconocidos en México: el fallecido Amado Carrillo Fuentes, El Señor de los Cielos.
De acuerdo con Reforma, la propiedad adjudicada al narco fue rematada en 49 millones de pesos en una subasta realizada por el Instituto para Devolverle al Pueblo lo Robado (INDEP)… porque mucha contingencia, pero hay que hacer negocios. Así que, como ya ha ocurrido en otras ocasiones, la subasta se realizó en la sede de la exresidencia oficial de Los Pinos. Eso sí, guardando la Sana Distancia.
Propiedad de lujo, literalmente
La propiedad del Señor de los Cielos fue calificada como “de lujo”… y seguramente así es. Según se describió, está ubicada en la exclusiva zona de Jardines del Pedregal, en la alcaldía Álvaro Obregón, en la CDMX. El costo pagado por la casa incluye menaje, es decir, mobiliario.
En la subasta en la que se consiguió sacar la residencia del Señor de los Cielos también fueron subastadas joyas, automóviles, lotes completos de vehículos, así como cinco aeronaves. Según anticipó el INDEP, la subasta es con “sentido social”, por lo que el dinero que haya sido recaudado irá para el Instituto de Salud para el Bienestar (INSABI), el cual lo utilizará (esperemos) para la compra de insumos médicos necesarios para la lucha contra el COVID-19.
Antes de realizarse la subasta de la casa del Señor de los Cielos y otros 201 lotes, el INDEP estimó que se podrían recaudar un total de 130 millones de pesos… al final sólo se pudieron juntar 111.4 mdp, es decir, más de una tercera parte de reunido salió de la venta de la propiedad del narco.
“Con los resultados obtenidos este domingo podemos afirmar que el tamaño del reto que representa la pandemia fue también el tamaño de la solidaridad que mostró hoy el pueblo de México“, aseguró el titular del INDEP, Ricardo Rodríguez.
Debido a la Jornada de Sana Distancia, sólo se permitió el acceso de 15 personas a la subasta. El resto de las ofertas fueron recibidas vía remota, por teléfono.