Cuando uno va a alguna casa de terror ya sabe de entrada que no van a rifar, uno podrá ver el maquillaje mal aplicado en los personajes, lo muñecos deshilachados y sabemos dónde nos van a salir monstruos.
Bien, las cosas son diferentes en Nueva Zelanda, allá hay un lugar llamado Spookers Scream Park donde una asistente tuvo tanto miedo de la atracción que se hizo pipí en los pantalones y si creen que eso es lo peor que le pudo pasar en el parque, sigan leyendo.
La gente del parque encontró la fotografía de la desafortunada y su pequeño accidente, ¿qué hizo? Obviamente la utilizó en su publicidad argumentando que literalmente te orinarás de miedo en su casa del terror:
“No es para los débiles de corazón y definitivamente no es apto para niños. Vengan preparados con antorchas y un cambio de calzones; no se decepcionarán”.
El único detalle es que la foto fue utilizada en la publicidad sin consentimiento de la que se hizo pipí y ahora planea una poderosa demanda.
