Aunque según la investigación de Carlos Loret no hay nada chueco con respecto al dinero con el que se rentó y luego pagó la casona donde se establecerá el Museo de la 4T, quizás ahora el gobierno de AMLO lo piense nuevamente: ¿será buena idea hacer de una propiedad relacionada con Manuel Bartlett un símbolo del gobierno de López Obrador?
Ayer se dio a conocer que el inmueble desde donde despachó por varios meses AMLO, primero como candidato presidencial, luego como presidente electo, perteneció Jesús Hernández Torres, un político y socio que ha sido cercano a Manuel Bartlett por más de 49 años. Bueno, la mayoría de ella, ya que la casona ubicada en la colonia Roma era de la empresa Top Real Estate Company, donde Hernández Torres es socio mayoritario.
Seguro muchos recuerdan, mínimo, la fachada del inmueble. Y cómo no, si de ella salió AMLO directo al Zócalo el 1 de julio de hace casi dos años, para celebrar su victoria en las elecciones presidenciales. Las terceras en las que participaba de manera continua. Luego esa casa se hizo más visible, ya que desde ahí se configuró el actual gobierno, sirviendo como cuartel del presidente electo, hasta que éste se mudo a su actual morada: Palacio Nacional.
De acuerdo con Loret de Mola, la casa fue pactada para ser rentada por un año cuatro meses, con pagos mensuales de 130 mil pesos. Una vez que la desocupó AMLO, el inmueble quedó como oficinas de Morena… luego les subieron la renta y el partido de López Obrador decidió, pa’ pronto, hacerse del simbólico edificio y anunciar que se convertirá en Museo de la Cuarta Transformación.
Raro que Hernández Torres no figurara
Aunque Carlos Loret de Mola lo hace ver como una bomba, como aquella que soltó en 2019, cuando dio a conocer que Bartlett no declaró 23 casas y 12 empresas o la más reciente, donde evidenció que el hijo del expriista vendió a la 4T ventiladores a sobreprecio… pues lo raro de este asunto hubiera sido si el socio del polémico Manuel Bartlett no figurara en tratos con el actual gobierno, del cual el expriista es parte como director de la Comisión Federal de Electricidad (CFE).
De acuerdo con el periodista, Hernández Torres ha estado pegado a Bartlett desde los años 70, cuando éste fue director general de Gobierno, en la SEGOB. De ahí, el empresario y político dueño mayoritario de la casona donde despachó AMLO ha colaborado con el director de la CFE en cuanto puesto que éste ha pisado: en el PRI como secretario general (1981), como titular de la SEGOB (1982-1988), también cuando fue secretario de Educación Público en el sexenio de Salinas de Gortari, en su campaña por la gubernatura de Puebla (y cuando fue mandatario, obvio) y cuando el expriista se hizo legislador.
En lo que habría que poner el ojo, entonces, es qué otra relación tiene Hernández Torres con el gobierno de AMLO… sobre todo porque, siendo colaborador de Bartlett, al empresario se le achacan negocios medio chuecos, como el desarrollo Angelópolis, el cual opositores acusaron que sirvió de “caja chica” de Manuel Bartlett, en sus épocas de gober de Puebla. Evidentemente nunca le hicieron nada, ni al empresario ni al político… y ahí andan, todavía moviéndose en las altas esferas de la política mexicana.