En medio de las alarmas antibombas, el caos y el desplazamiento de miles de civiles, el alcalde de la recién tomada ciudad de Lviv, Andriy Sadovoy, se ha tomado el tiempo de rendir un emotivo homenaje a niños caídos a manos rusas en Ucrania. Bajo el movimiento ‘Close the Sky’, 109 carriolas fueron perfectamente ordenadas en filas en medio de la histórica Plaza Rynok, representando cada una de las vidas de los menores que han sido cruelmente asesinados durante la guerra.
De acuerdo con las autoridades federales, 109 niños han perdido la vida y más de 130 han resultado heridos desde el inicio de la invasión rusa. Sin embargo, advierten que el número podría ser mucho mayor. Muchas de las ciudades ucranianas siguen ardiendo al rojo vivo, haciendo imposible una inspección y por lo tanto, un conteo real de las víctimas.
Petición humanitaria
Sadovoy, aprovechó su cuenta de Facebook para relatar que “desde el comienzo de la invasión a gran escala, las tropas rusas han matado sin piedad a 109 menores ucranianos”, por lo que decidió tomar acciones en el emotivo homenaje a los niños para simular que las carriolas vacías “son un símbolo de la vida de esos angelitos que ahora protegen el cielo sobre Urania, en lugar de las acciones decisivas del mundo”.
Tan afectado como toda la humanidad por los terribles sucesos que atraviesa el país europeo precisó que “Este es el terrible precio de la guerra que Ucrania está pagando hoy. Y hacemos un llamado a todos los adultos del mundo para que protejan a los niños ucranianos y les brinden un futuro.”
Tal y como menciona ‘NPR’, el alcalde repitió un llamado que muchos líderes ucranianos han hecho desde que Rusia invadió, pidiendo a una coalición internacional que “cierre el cielo” a las fuerzas armadas rusas, mediante el establecimiento de una zona de exclusión aérea sobre Ucrania, al mismo tiempo, solicitó a sus compatriotas a tomar fotografías como evidencia de los crímenes rusos y publicarlos a través de las redes sociales bajo el hashtag #closethesky.
Vidas arrebatadas
Hasta ahora, las bombas y los bombardeos de artillería han dañado a cerca de 439 instituciones educativas, incluidas 63 que fueron destruidas. Las autoridades, estiman que el mayor número de víctimas infantiles se dio en Kiev, donde murieron 55 niños, incluida Polina, una adolescente de 14 años que fue asesinada mientras su familia intentaba escapar de la fuerza rusa.
Además, las imágenes que circulan por televisión y redes sociales son por demás estremecedoras. Hemos podido ver como un coche bomba estalló sobre una mina cercana a Chernihiv, dejando a decenas de niños heridos, a una mujer protegiendo con su cuerpo a una niña de los bombardeos, entre decenas de perturbadoras escenas más, tal como las publicadas en las redes sociales del alcalde.
Tanto la invasión rusa como el conflicto bélico, tienen a la mayoría de la población del planeta con el corazón más que arañado, pero el dolor es aún mayor cuando las víctimas son infantes con risas, sueños e ilusiones que han sido arrebatados. El homenaje a niños caídos organizado en Lviv, sin duda será uno de los más emotivos que recordaremos. Sin embargo, la esperanza muere al último y ahora es el entrenador Andriy Shevchenko, quien da una bocanada de fe al ofrecer su casa en Inglaterra para refugiados ucranianos.