Mientras Wilson Kipsang se imponía como el mejor corredor del año al ganar las tres grandes carreras (Berlín, Londres y Nueva York), situación que jamás había sucedido, una mujer no dedicada a este deporte fue quien se robó las cámaras durante el Maratón de Nueva York.
Caroline Wozniacki, actual número 8 del mundo en el ránking de la WTA , dejó por tres horas, 26 minutos y 33 segundos las raquetas a un lado para recorrer las calles de la Gran Manzana y así cumplir su principal objetivo de llegar a la meta.
Wozniacki, que ha combinado en los últimos meses su presencia en el tenis y la preparación para esta prueba, situación que le ha permitido mantener un ritmo muy regular durante toda la prueba. A su paso por el medio maratón, la ex número uno llevaba un tiempo de una hora, 42 minutos y 41 segundos.
Al llegar a la meta, la danesa fue recibida por Serena Williams, quien fue la encargada de entregarle la medalla simbólicamente.