Desde hace tiempo, China ha venido experimentado un grave problema ambiental. De hecho, hace apenas unos días la ciudad de Beijing registró algunos de los niveles más altos de contaminación en su historia.
Y es que el fin de semana pasado, el medidor de partículas menores de 2.5 micras (conocidas como PM2.5) alcanzó unos alarmantes 728 microgramos por metro cúbico. Para darnos una idea del daño, basta decir que según la Organización Mundial de la Salud, se considera seguro el ambiente cuando los niveles de PM2.5 son inferiores a los 25 microgramos.
Dichas condiciones siguieron hasta el pasado día lunes, cuando uno de los satélites de la NASA logró captar una fotografía de Beijing, mientras el índice de PM2.5 marcaba los 291 microgramos por metro cúbico. Como se puede ver en la imagen, ese día un enorme manto grisáceo se posó sobre la capital China y otras zonas cercanas.
Luego de todo esto, las autoridades en China han confirmado la implementación de un plan de emergencia para reducir los niveles de contaminación. Algo que en buena parte, se debe a la intensa actividad industrial de la zona. Sin quieren ver la imagen en alta resolución, visiten el sitio del Earth Observatory de la NASA.