Lo que vemos es una espectacular imagen de la constelación de Orión, captada por el telescopio APEX (Atacama Pathfinder Experiment), operado por el Observatorio Europeo Austral (ESO) en Chile.
En esta postal se puede observar unas nubes cósmicas, las cuales forman una especie de lazo con un brillo anaranjado, que tiene su origen en el frío polvo estelar. Dichas partículas se encuentran en longitudes de onda demasiado largas como para ser detectadas por el ojo humano, de manera que la única forma de apreciarlas es por medio de instrumentos capaces de ver en otras longitudes.
Para conseguir esta impresionante imagen, los científicos superpusieron los datos obtenidos por APEX con otros en los que se muestra la misma región tomada en luz visible, de tal forma que los puntos anaranjados representan las zonas frías y los azules a las calientes. La gran nube luminosa de la parte superior derecha es la Nebulosa de Orión, también denominada como Messier 42.
El llamado “lazo oculto”, se encuentra en una región conocida como Nube Molecular de Orión, en la constelación del mismo nombre a una distancia de 1,350 años luz. Esta zona es una rica mezcla de brillantes nebulosas, estrellas jóvenes calientes y nubes de polvo frío.
Ahora los astrónomos utilizarán toda la información recabada para buscar protoestrellas (estrellas en una etapa temprana de formación) en la zona de Orión.