Continua el misterio alrededor del avión ruso de la aerolínea Metrojet, que se estrelló la mañana del sábado con 224 pasajeros abordo en el Sinaí, durante su ruta a San Petesburgo.
Y es que mientras el presidente egipcio Abdelfatah al Sisi, ha calificado como “propaganda” la supuesta reivindicación del accidente por parte de la filial local de Estado Islámico, el gobierno ruso ha pedido cautela hasta que concluya el análisis de las cajas negras de la aeronave que deberá comenzar en las próximas horas.
Sin embargo, un oficial no identificado, involucrado en la investigación ha declarado a la cadena NBC que radares norteamericanos detectaron un destello de calor sobre el Airbus A-321 en los momentos en los que la nave se estrellaba en la localidad de Al Hasana.
La inteligencia estadounidense coincide con los primeros reportes que descartan que la aeronave haya sido derribada por un misil, sin embargo, en su análisis abre la hipótesis de que el avión haya sufrido una explosión interna a partir de un depósito de combustible, o en su defecto de alguna bomba.
En los minutos previos al accidente, el avión que transportaba a 224 pasajeros inició un rápido descenso antes de estrellarse al norte del Sinaí, donde se encontraron los restos del aparato partido en dos.
Sonidos extraños
Por su parte, la agencia de noticias rusa Interfax informado este martes que
la desaparición del avión estuvo precedida por sonidos “impropios de un vuelo normal”.
Según informa la agencia, el examen preliminar de las grabaciones de audio, encontró que después de una conversación rutinaria entre los miembros de la tripulación se escuchan algunos sonidos inusuales que coinciden con el momento en el que el avión desaparecer del radar. Interfax apunta a que los sonidos pueden deberse a “una situación de emergencia súbita a bordo que por lo que los pilotos no tuvieron tiempo de enviar una señal de socorro”.
Elementos ajenos al avión
Mientras tanto en Rusia, la agencia Tass revela que se han encontrado “elementos que no forman parte del avión” en el lugar del accidente, mismos que “han sido enviados para ser analizados”.
Hasta el momento se han descartado las hipótesis que apuntaban a un error humano o fallas técnicas y según Alexander Smirnov, ejecutivo de Kogalymavia, empresa dueña de Metrojet, “La tripulación perdió totalmente el control y por eso no hubo un intento de ponerse en contacto e informar sobre la situación, la única explicación -agregó- es algún tipo de acción exterior”.
Por ahora el misterio siegue, mientras que los equipos de rescate han recuperado 196 cadáveres, mismos que han comenzado a ser repatriados a San Petesburgo.
Con información de NBC, El Mundo, BBC.