Después de que la marea verde recorrió las calles de prácticamente todas las entidades de México, la noche del 28 de septiembre, activistas de las comunidades LGBT+, en especial las poblaciones trans y no binarie (no binaria), realizaron una protesta frente a las instalaciones de Capital 21.

Todo a raíz de la transmisión de un capítulo más de El Aquelarre —programa que forma parte de la barra de opinión de este canal público chilango— y, de manera específica, por la participación de los y las panelistas, que en su conjunto fue acusado de transfobia y NBfobia.

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Foto: @ShellJosue

De hecho, a partir de este capítulo de El Aquelarre surgió otra conversación sobre la responsabilidad de los medios públicos para garantizar los derechos de todas las personas en México —sin importar identidad, orientación o género.

Y por acá en Sopitas.com, nos acercamos con Alex Argüelles, integrante de Comun.al (Laboratorio de resiliencia digital), para conversar un poco sobre la importancia del compromiso ético de los medios de comunicación y la protesta de las personas de las comunidades trans y no binarie —cuyas voces se levantaron en una sola aquella noche del 28 de septiembre.

La protesta hacia Capital 21

Si han estado en redes en los últimos días —en especial en Twitter—, seguro se toparon con que Capital 21 (del Sistema de Radio y Televisión del Gobierno de CDMX) estuvo en tendencia un buen rato. ¿La razón?

El 21 de septiembre, Capital 21 transmitió El Aquelarre, conducido por Renata Turrent, y cuyo panel estaba integrado por Braulio Luna, militante de Morena, el abogado Mercurio Cadena, la activista Itzel Suárez y el filósofo Mauricio Dimeo, identificado como integrante de la alianza LGB (una alianza global cuestionada y criticada por su exclusión a la población trans y la difusión de discursos discriminatorios).

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Foto: Capital 21 Youtube.

El espacio se concentró en el tema de las masculinidades y la cancelación de un foro en la FILUNI—después de ser acusado de estar cargado de un discurso transfóbico, la UNAM decidió no llevarlo a cabo este 2022.

En este contexto, activistas hicieron notar que la conversación en El Aquelarre tomó un rumbo desatinado (ACÁ pueden leer más de las razones).

Sobre todo por el énfasis de los comentarios de Mauricio Dimeo para diferenciar y validar las violencias que cruzan a las mujeres —hasta el punto de ignorar las situaciones que viven otras personas en situación vulnerable, como las personas trans o no binaries, negando su existencia.

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Foto: @Capital_21

El asunto no quedó ahí, pues el panel no realizó un análisis de fondo para cuestionar los comentarios de Dimeo.

Y toda esta situación alertó a las comunidades LGBT+, en especial, a las comunidades trans y no binaries.

El derecho a ser amenazado entre el desequilibrio y la desinformación

Ante los cuestionamientos, Capital 21, los y las panelistas de El Aquelarre se respaldaron en la libertad de expresión para darle validez al programa y a sus opiniones.

Sin embargo, los comentarios que hicieron fueron en un canal público que —ya de entrada por mandato de la Constitución Artículo 1 y de los protocolos que México ha firmado para garantizar los derechos de las comunidades LGBT+, en especial de las poblaciones trans— está obligado a hacer llegar a la gente mensajes que visibilicen, dignifiquen y garanticen los derechos de las poblaciones vulnerables.

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Foto: @yoMexiro

No lo contrario. Por aquí Alex Argüelles nos explicó, a la distancia, un poco más:

“En las leyes que rigen a los medios públicos —y privados— existe la máxima de la no discriminación, no es algo que nos inventemos, lo que dicen eso de ‘las generaciones de cristal’; hay un derecho y mandato de la no discriminación y cuando se empiezan a albergar discursos polarizantes, que desinforman y que agravan la división de posturas en la sociedad civil, ahí ya no estás hablando de una libertad de expresión, estás hablando de justamente cómo se está sesgando esa percepción del acceso a la información y cómo se justifica a través de una mala interpretación de la libertad de expresión en el que se propagan discursos que son estigmatizantes, discriminatorios y desinforman, son desinformación hecha y derecha y eso es muy grave”.

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Foto: @yoMexiro

Le integrante de Comun.al señaló la gravedad en el caso de Capital 21, pues se trata de un medio que recibe recursos públicos, de los impuestos de la gente —y ahí en ese todo también están las personas no binaries y trans.

“Entonces, cuando ves que el mismo fruto de tu trabajo se está utilizando para menoscabar tus derechos y para estigmatizar a tu población o la población a la que perteneces, pues eso es más que indignante, doloroso, es grave porque incluso tanto las personas trans, entre quienes estamos las personas no binaries, somos una población que vive desigualdades”.

Y es que para Argüelles aquel capítulo de El Aquelarre estuvo lleno de desequilibrio y desinformación.

Primero, porque coloca a personas en posición de poder a opinar de un tema que no viven, que no las cruza, y en segundo, porque las opiniones generadas sólo son una fuente de desinformación y posterior estigmatización hacia las personas trans y no binaries.

“Se abren espacios a personas que niegan nuestras identidades y bajo esa desinformación que se comparte, otres se sienten con esa calidad para no reconocernos, esa cadena de desinformación se sigue nutriendo, entonces, es responsabilidad de los medios y sobre todo, de los medios públicos romper con esas dinámicas que nutren estas maneras en que se nos discrimina y se nos niega el derecho fundamental a ser”.

Una disculpa pública y otras reparaciones

La protesta del 28 de septiembre frente a las instalaciones de Capital 21 llevaba consigo un par de exigencias para que este canal repare el daño —si bien el medio público se comprometió a seguir las recomendaciones de la Defensoría de Audiencias, activistas y organizaciones han compartido posicionamientos para las reparaciones.

El primero es una disculpa pública por parte de Capital 21 y del equipo de El Aquelarre.

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Foto: @_comunal

También hay compromisos para prevenir estas situaciones y no repetirlas, por ejemplo, que se abran espacios para que personas trans/no binaries tomen los medios públicos y compartan sus experiencias.

Con el objetivo de concientizar a la sociedad y se visibilice, reconozca su dignidad, derechos y libertades.

AQUÍ pueden leer el comunicado firmado por Comunal, Red de Familias Trans, Diversidad en Resistencia, Mexiro, Transmasculinidades Mx, Luchadoras, Data Cívica, la Comunidad Arcoíris de Baja California, Asociación por las infancias trans entre otros —y que parte de dos dimensiones fundamentales: la social e institucional.

“Parte de esta responsabilidad de equilibrar la opinión pública tiene que ver cómo se abren espacios donde no sean otra vez personas cis hablando de experiencias trans, que no les atraviesan (…) las personas trans/no binaries tenemos cosas que decir sobre nuestras propias experiencias, que no necesariamente tienen que ver desde el dolor, porque somos mucho más que víctimas de estas situaciones de desigualdad, de discriminación, pero no se abren espacios para nosotres hasta que no haya un conflicto donde pareciera que el único espacio que se nos permite ocupar es el de víctimas”.

Con esta reflexión, Alex Argüelles pasó a la importancia de las sanciones. Otra manera de la reparación, pues refirió el comunicado de la Red de Resistencia y Disidencia Sexual y de Género (ACÁ lo pueden leer), donde afirman que Capital 21 ya tenía antecedentes, como el momento en que prácticamente le cerraron el micro y la participación a la activista trans Mikaelah Drullard, integrante de AFROntera Cimarrona.

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Foto: @hola_amigue

De hecho, el comunicado conjunto de las asociaciones menciona que el capítulo del 21 de septiembre de El Aquelarre se saltó reglas del Código de Ética del Servicio de Medios Públicos de CDMX o la fracción I del artículo 49 de la Ley de Responsabilidades Administrativas de Ciudad de México.

Y como tal, las sanciones vendrían implícitas para evitar que se repitan los casos de discriminación y sus respectivas denuncias.

¿Qué más se ha hecho?

Además de los comunicados y la protesta, Comun.al junto con la ilustradora drag queer @astralemm publicaron un tríptico informativo sobre la importancia de reconocer la libertad de expresión y al mismo tiempo estar atentxs ante los discursos de odio o la desinformación.

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Foto: @_comunal

Generar consciencia desde la sociedad civil: Alex Argüelles

“Es muy importante que se hable de cómo la desinformación juega un rol importante en la polarización y ese es un tema que rebasa a las poblaciones trans/no binaries”.

Para finalizar nuestra conversación, Argüelles nos compartió una reflexión que trasciende la problemática reflejada en Capital 21.

La polarización (también desinformada) frente a diversas problemáticas y que impide la reflexión de fondo.

En el caso de Capital 21, no se trata de censura, si no de crear canales que permitan —por encima de todo— la defensa y dignificación de los derechos humanos.

Y para le integrante de Comun.al, esto toma impulso desde y por la sociedad civil.

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Hola, soy Lucy Sanabria. Desde 2018 redacto y reporteo para Sopitas.com, con especial entusiasmo en temas de derechos humanos y LGBT+. En 2021 fui parte de la generación de la beca de Periodismo Incluyente...

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