Los preparativos para la jornada electoral del 1 de julio no son nada fáciles, mucho menos para los capacitadores del INE que han tenido la misión casi imposible de convencer a los mexicanos para ser funcionarios de casilla, cosa a la que casi todos le huyen.
O al menos esto dice una base de datos de la Dirección de Capacitación Electoral y Educación Cívica del Instituto Nacional Electoral que arrojó la cifra de 3.1 millones de ciudadanos que han rechazado ser funcionarios de casilla.
Las razones son muchas y van desde el miedo a participar en las elecciones, motivos de salud, motivos laborales —no pueden ausentarse del trabajo—, tener una discapacidad o sólo no hay ganas de participar.
Sobre el tema de la violencia, 15 mil 469 ciudadanos dijeron que precisamente el miedo les impide a ser parte de esta jornada democrática.
Y, ¿Faltar al trabajo?
Es una razón lo suficientemente fuerte para darle la espalda a los capacitadores y decir “No”. De acuerdo con una investigación de Milenio sustentada en la base de datos del INE, 680 mil 556 personas dijeron que su trabajo se vería afectado pues los jefes y el rendimiento eran los principales obstáculos.
Sobre los que nomás no quieren participar porque “no”, 334 mil 92 personas hicieron uso de su derecho a no participar en los comicios.
Otras 33 mil 422 personas se negaron a la tarea del funcionario de casilla porque pues… ya han sido funcionarios y entonces, para qué repetir.
Estos son un par de ejemplos de las 45 razones que el Instituto Nacional Electoral ha recibido de los ciudadanos para negarse a ser funcionarios de casilla.
“Orita no, joven”
Aunque a escala nacional el INE ya alcanzó la meta del reclutamiento, en algunas zonas se han presentado problemas como que un millón 600 mil personas han cambiado su domicilio y 280 mil han sido imposibles de localizar.
Y bueno, otros 24 mil ciudadanos se dieron cuenta de que no podrán participar porque no tienen su credencial vigente.
“Es un trabajo que nos ha llevado a recorrer cada sección del país, cada calle y cada población… Casi ya hemos recorrido todo, hablamos que llevamos 11 millones 53 mil personas visitadas de 11 millones 194 mil”, contó a Milenio el director ejecutivo de Capacitación, Roberto Heycher.
Otros problemas
Otra de las cosas que obstaculiza la tarea de convencimiento y capacitación son las zonas con índices de violencia.
De acuerdo con Karina Salinas, supervisora electoral, los capacitadores se enfrentan, además de la apatía de los ciudadanos, a la violencia porque hay puntos en los que el narcotráfico y la delincuencia impide su trabajo, y hasta pone en riesgo su vida.
Por si fuera poco, el clima, la desconfianza y el enojo de las personas son otros obstáculos que los capacitadores del INE tienen que sortear.
“El capacitador va a recibir las consecuencias de las malas prácticas políticas, las políticas del trabajo institucional, las consecuencias de la corrupción”, explicó Karina al contar cómo han sido sus jornadas para convencer a los ciudadanos que se han sentido defraudados con la política en México y responden de manera violenta, apática o irónica a la convocatoria del funcionario de casilla.
A escala nacional, el problema del cambio de domicilio, sin notificación, es uno de los problemas más recurrentes a los que, una vez más, se enfrentan los capacitadores.
Pero a pesar de estas adversidades, a 10 días de que finalice la primera etapa de capacitación los CAE (Capacitadores-Asistentes Electorales) han visitado 11 millones 296 mil 706 personas que salieron sorteadas. O sea, han visitado al 97% del total que fue seleccionado.
Además, han notificado personalmente a tres millones 299 mil 406 y de estos dos millones cumplen con los requisitos de ley, lo que significa que el INE ya cuenta con los ciudadanos suficientes para ser funcionarios de casilla.
Esta primera etapa fue una misión cumplida ante el montón de problemas a los que los capacitadores se enfrentan, todo sea por la democracia y la cita a la que los mexicanos asistirán el 1 de julio.
**Foto de portada: Quadratín.