Esta nota va para la gente que no es taaan experta en las historias —la chisma— de la monarquía moderna y se guía por The Crown pa’ ponerse al tanto. Va también para la chaviza a la que no le tocó vivir en esa época ochentera y noventera, pero que quiere saber qué onda con la nueva reina consorte de Reino Unido: Camila.
Y no tanto porque seamos ajenos a la chisma, no; sino porque el nombre de la reina consorte —de manera paradójica— se ha perdido entre el ruido de cientos de notas en todo el mundo, desde tabloides hasta las revistas del corazón.
Así que en este texto le dedicamos unas líneas (no tan clavadas) a Camila, la reina consorte que llegó a la Corona junto con el rey Carlos III, tras la muerte de la reina Isabel II —el 8 de septiembre de 2022.
¿Quién es la reina consorte Camila?
Los y las que sí vivieron en las buenas épocas de los 80, 90 y principios de los 2000 seguro recuerdan el nombre de Camila Parker-Bowles.
Así que de aquí partimos porque, ¿qué creen? Ese no es el nombre de nacimiento de Camila. A partir de 1973, la londinense fue conocida por estos apellidos, cuando se casó con el oficial militar Andrew Parker Bowles, con quien tuvo dos peques.
Lo malo es que durante y después de este matrimonio, los medios de comunicación sólo la identificaban así.
El nombre real —no, no de la realeza, sino el de nacimiento— de la reina consorte es: Camilla (Camila) Rosemary Shand.
Ella nació el 17 de julio de 1947, en el King’s College Hospital London, en la familia de Bruce Middleton Hope Shand y Rosalind Maud.
Su infancia la vivió al lado de Annabel Elliot y Mark en East Sussex. Ahí Camila estudió lo básico hasta que se movió a Queen’s Gate en Kensington, Mon Fertile, en Suiza, y al Instituto Británico en París, Francia.
¿En qué se desempeñaba?
Camila estudió Literatura francesa en el mero París. Fue una conocida amazona y cazadora de zorros. Llegó a trabajar como asistente en Colefax And Fowler, una empresa de decoración de casas exclusivas, cuyos propietarios eran de alto perfil.
Pero según cuentan sus entonces amigas, no tuvo suerte en la chamba porque no era lo suyo.
Camila sí tuvo la suerte de nacer en una familia relacionada con la realeza británica, entonces, eso le tiró paro para desempeñarse en otras actividades y aprovechar para la socializada.
En la década de los 70, Camila conoció al entonces príncipe Carlos. Se enamoraron, pero Fíjate, Paty, que no dieron el paso oficial porque, de acuerdo con medios europeos, Rosemary supuestamente no cumplía con el “perfil” requerido por la familia real —y desde ahí se desencadenó parte de la tragedia que fue súper mediática y alcanzó la vida de varias personas.
De protagonista de los tabloides a la familia real y reina
El príncipe Carlos se casó con Diana Spencer, pero aún así seguía frecuentando a Camila. Y como toooooodo mundo lo sabe, su relación continuó.
Hasta que la pareja real se divorció en 1996 y entonces, con los años, Camila pudo acercarse ya de manera oficial con el príncipe, hasta su boda en 2005 —en Windsor.
Camila entonces se convirtió en duquesa de Cornualles, de Rothesay y en integrante del Consejo Privado de Reino Unido.
Ya como duquesa, se dedicó a la beneficencia. Según el Palacio de Buckingham, su trabajo se enfocaba en ayudar en temas de salud, bienestar, alfabetización, el bienestar de animales y apoyo a sobrevivientes de agresiones sexuales.
Y a partir del 8 de septiembre de 2022 se convirtió en reina consorte —que es un título que se le da a la esposa del rey y que fue usado por primera vez en 1765.