No tiene mucho que en las noches de abril el Valle de México llegó a registrar hasta 22 grados centígrados. En Twitter todo mundo comentó que si team frío o calor, pero más allá de las preferencias, lo que es un hecho es que el impacto del cambio climático se resiente cada vez más, por ejemplo, en la calidad de nuestro sueño y descanso.
Si no nos creen, basta que le echen un ojo a la investigación hecha en la Universidad de Copenhague —y publicada en One Earth— sobre los efectos del calorón o el calentamiento global sobre nuestros sueños.
Sí, literal. De acuerdo con la investigación ‘El aumento de las temperaturas erosiona —desgasta— el sueño a nivel mundial’, entre más calor hace en la noche, la gente tiene menos chance de dormir y descansar.
Aunque hay más…
Cómo el cambio climático nos quita horas de sueño
Ya tiene rato que distintos equipos de investigación estudiaban los efectos del calentamiento global —que forma parte de la serie de fenómenos ecológicos, meteorológicos y hasta económicos del cambio climático desencadenado por nuestras actividades industriales— sobre el sueño y el descanso de las personas.
Desde 2017 se pensaba que las altas temperaturas le pondrían en la torre al sueño y conforme aumentaran perderíamos horas vitales de descanso.
Pues bien, el equipo de investigadores de Dinamarca y Alemania confirmó que entre más calor hace, dormimos peor porque el calor retrasa ese momento en que nos vamos a dormir y adelanta el momento de despertar.
Como resultado perdemos 14 minutos de sueño o 44 horas de descanso, al año y en promedio.
Las poblaciones más afectadas
Mujeres y personas mayores son quienes resienten más este trancazo de calor. Aunque eso no es todo. Por regiones, las poblaciones de los países en vías de desarrollo o escasos recursos resultan todavía más afectadas al no tener los medios para poder compensar el impacto de las altas temperaturas en las noches.
Y por lo tanto, por aquí entra otra vez una de las consecuencias del cambio climático: el aumento de desigualdades entre poblaciones.
Un pronóstico no tan bueno
Ojo por acá porque si no hacemos nada para frenar el calentamiento global y el cambio climático por las actividades industriales, el sueño de las personas se vería afectado de la siguiente manera:
Para 2099 una persona podría perder en promedio 60 horas de sueño. Y si hay avances en la lucha contra el cambio climático, las reducción del sueño quedaría en 50 horas por las temperaturas nocturnas no tan chidas.
Si quieren leer a detalle esta investigación, por AQUÍ les dejamos el enlace.