Lo que necesitas saber:
Desde el home office para diputados hasta la desaparición de fideicomisos del Poder Judicial y la creación de fondos para Sedena, aquí las iniciativas aprobadas y que han causado polémica.
Como cada año en esta época, la Cámara de Diputados y el Senado están como el meme del chavo que hace las tortillas en corto, pues los funcionarios votan una buena tanda de iniciativas importantes y otras cosas aprobadas que han dejado a más de uno levantando la ceja.
Si no se han clavado en temas políticos esta semana —ni en redes ni en medios—, por acá les contamos las cosas que han sido aprobadas por la Cámara de Diputados, que han causado polémica y resultan ridículas… como el home office sólo para dipus.
Las cosas ridículas aprobadas por diputados y que no te enteraste
Diputados aprueban home office… solo para ellos
Mientras se está llevando a cabo un parlamento para discutir la reducción de horas en el trabajo —de 48 a 40— en México y su avance es leeeento, a paso de tortuga; en la Cámara de Diputados se pusieron las pilas para aprobar una iniciativa para oficializar el home office.
Peeeeeero, esta iniciativa aplica… sólo para diputados y diputadas, que tendrán chance de sesionar a la distancia y de trabajar en sedes alternas, porque se dieron cuenta —durante la pandemia de COVID— que el trabajo remoto sí que es una buena opción para hacer más eficientes los tiempos laborales y de traslado.
¡Ah! Eso sí, los gastos de oficina, traslados, viáticos y demás prestaciones que los diputados reciben por sesionar en la Cámara siguen intactos —o al menos en su iniciativa aprobada, no mencionaron el recorte de estas prestaciones por el trabajo en vivo y en directo.
¿Qué hay del resto? Por lo pronto, esta medida aplicará —va de nuevo— a la Cámara de Diputados, que ha dado muestra de que pues… hasta en las curules los diputados suelen dormirse mientras “sesionan”.
Y, claro, para aprobar el home office no necesitaron de un parlamento ni de estudios que comprueben que la van a armar… ¿Ustedes cómo ven?
Desaparecen fideicomisos en el Poder Judicial y crean otros en el Ejército
Para nadie es un secreto que hay pique entre el Ejecutivo —o sea, AMLO— y el Poder Judicial. Y después de un ir y venir de declaraciones, el PJ pidió un aumento para su presupuesto de 2024.
AMLO consideró que no había argumentos para pedir ese aumento y, bueno, “curiosamente” la bancada de Morena en la Cámara de Diputados presentó una iniciativa para eliminar 13 de 14 fideicomisos o fondos de dinero del Poder Judicial.
La historia ha llegado hasta este octubre, cuando por mayoría los diputados y las diputadas votaron a favor de la iniciativa de Morena, en medio de las protestas de los trabajadores del Poder Judicial y el rechazo de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
(La SCJN niega los argumentos de Morena. Ha dicho que los fideicomisos no son para cubrir prestaciones especiales de los ministros y las ministras).
Y el punto es que… sin una reforma que intente mejorar el funcionamiento del Poder Judicial, el Ejecutivo y Legislativo se han lanzado a cortar la fuente de recursos de tajo.
De un sólo golpe sin acercarse a los trabajadores para explicarles qué onda, habría o no un impacto en sus prestaciones, al ocupar cargos de menor rango. Tampoco hay un plan específico sobre la ruta del dinero una vez que desaparezcan esos fideicomisos.
Por otra parte…
Y del otro lado de la moneda, los mismos diputados crearon tres nuevos fideicomisos para, ¿la cultura? ¿La educación? Pues… no.
Se crearon tres fondos, dos para Sedena y uno para la Semar o Secretaría de Marina, para fortalecer el sistema aeroportuario y el proyecto del Tren Maya.
Algo que ha causado ruido en redes es que los grandes proyectos y misiones para el crecimiento de México están cayendo en la Sedena y Semar —en vez de irse a Comunicaciones y Transportes u otra secretaría.
Ahí están los proyectos del Tren Maya, el Aeropuerto de Tulum, el AIFA que quedaron en manos de la Sedena.
Adiós a recursos para Migración
Una parte de la recaudación por la expedición de una visa que acredite la “estancia” de extranjeros que le caen a México y trabajan aquí solía irse al Instituto Nacional de Migración para mejorar su estructura.
Pero justo el dinero de estas visas para turistas ya no se destinará al Instituto Nacional de Migración. La mayor parte se ha ido a proyectos ferroviarios, aeroportuarios o turísticos. Un ejemplo es el Tren Maya.
Y así, sin una reforma para garantizar el buen desempeño de este Instituto —que ha estado en el ojo del huracán por no cumplir con sus funciones, como en el incendio de un módulo para migrantes, en el que murieron 40 personas—; se cortan los recursos.