Lo que necesitas saber:
La respuesta está en las islas de calor, un fenómeno presente en las grandes ciudades como CDMX.
¿Se han preguntado por qué se siente más calor en una zona de CDMX que en otra? O sea, que salen de casa en Xochimilco, por ejemplo, para dar el rol en el Zócalo del Centro Histórico y ahí sienten que todavía hace más calorón. Si eso les ha sucedido, por acá buscamos información para responder qué pasa con el calor en las alcaldías.
¿Por qué el calor se siente distinto en cada alcaldía de CDMX? La verdad es que la respuesta es sencilla, aunque en sí guarda una buena e interesante explicación: las islas de calor.
¿Por qué el calor se siente distinto en cada alcaldía de CDMX?
Una isla de calor es un fenómeno que sucede en toda zona urbana que registra temperaturas más altas que las zonas vecinas a causa de las actividades humanas.
Es decir, se trata de un fenómeno propio de las grandes ciudades y no es más que la presencia de aire más caliente en ciertas zonas de la misma ciudad, en comparación con las zonas rurales que la rodean.
Estas islas se generan por la acumulación de edificaciones y estructuras como asfaltos o aceras que absorben más calor y no es tan fácil que lo liberen. Podríamos decir que las islas de calor son la antítesis de los bosques, ríos y lagos.
Junto con el calor que absorben y retienen los edificios, asfaltos y aceras, la contaminación producida por los coches, motos y otros vehículos así como las fábricas, son el caldo de cultivo perfecto para que una isla de calor surja en la gran ciudad.
Aunque otro factor importante son las consecuencias del cambio climático —y a eso hay que sumarle cuando viene una onda de calor.
El área de difusión de la Ciencia de la UNAM ha explicado en una serie de textos que la isla de calor no acapara a toda una ciudad.
Más bien, las islas de calor se distribuyen en determinadas zonas de la ciudad, donde podemos sentir que hace más calor o se registran temperaturas más altas que en otros sitios. ¿La razón?
Las construcciones y pocos árboles
La alta densidad de las construcciones —es decir, edificios por todos lados— y el poco espacio para las áreas verdes o los árboles provocan que determinadas zonas se conviertan en islas de calor.
Les contamos que el asfalto o las aceras — que generalmente son oscuros y con una mayor capacidad para absorber energía— hacen que una ciudad absorba más radiación solar que una rural durante varias horas, manteniendo el aire caliente en el ambiente.
Lo mismo pasa con los grandes edificios que incluso bloquean el paso del viento, obstruyendo que estas zonas se refresquen por las corrientes. Y la falta de árboles y áreas verdes.
Es por eso que los chilangos sienten más calor en una zona de CDMX que otra —regresemos al ejemplo de Xochimilco, donde es probable que en la mañana el ambiente se sienta fresco pero en el Zócalo el aire sea esté más cálido.
En CDMX para llevar un registro de la temperatura están las EMAS (Estaciones Meteorológicas Automáticas) que miden las variables meteorológicas de una zona como la velocidad del viento, las lluvias o la temperatura. Y así conocemos cómo anda el pulso de la ciudad.