Al parecer al exmandatario de Coahuila, Humberto Moreira, le gustan las cosas prácticas: el dinero es para gastarse (aunque no sea suyo), las palancas para utilizarse (sobre todo para sacarte del bote si te agarró la policía de España) y la Marina pa’ cuidar… pero sólo donde hay agua. Así lo reveló el expresidente de México, Felipe Calderón, quien (como ya se habrán dado cuenta) anda haciendo labores partidistas en épocas electorales.
Me da mucho gusto acompañar a @memo_anaya en su registro como candidato. Será Gobernador de Coahuila, ¡que ya le urge el cambio! https://t.co/jVNqPsKbCf
— Felipe Calderón (@FelipeCalderon) 26 de marzo de 2017
Para que no le volviera a dar la “pálida” (como aquella memeable vez que estuvo con Josefina Vázquez Mota), los blanquiazules le dieron el micrófono al exEjecutivo en el evento en el que se le dio el espaldarazo al candidato panista a la gubernatura de Coahuila, Guillermo Anaya. Quizás no había mucho que decir sobre el susodicho, así que Calderón prefirió entretener al respetable con anécdotas presidenciales. Una de ellas, aquella vez en que mandó a los de la Marina a intentar poner el orden en la tierra de Oribe Peralta… sin acordarse que allá no hay mar, para que los uniformados dieran el rol a bordo de sus barcos. Lo bueno es que eso se lo recordó el entonces gobernador estatal, Humberto Moreira.
Y cuando el Gobierno federal envió la Marina a combatirlos al Estado de Coahuila, yo recibí una llamada del Gobernador Moreira reclamándome que por qué enviaba la Marina a Coahuila, que Coahuila no tenía mar, que retirara a la Marina de Coahuila.
¿A combatirlos?… ¿pues a quiénes? Ahh sí, pequeño gran detalle: toda esa historia fue para insinuar que el futuro candidato a una diputación por el Partido Joven les echaba la mano a Los Zetas, ya que como los principales líderes del grupo criminal vivían en la entidad, para no incomodarlos, el propio gobernador pidió al gobierno federal retirar a las fuerzas armadas. “Todos, el ‘Z-40’, el Coss, el ‘Z-42’, todos vivían en Coahuila y vivían muy a gusto”, acusó Calderón.
“Ahhh y Felipón bien obediente”… pues no. Como había que darle un final espectacular a su narración, el expresidente concluyó su historia asegurando no hizo caso a los antojos de Moreira y, para pesar del coahuilense, se consiguió la detención de todos los líderes zetas… que no sirvió de mucho, porque siguieron operando como si nada (y no sólo en Coahuila, sino en otras entidades), pero eso no importa.
Y a todo esto, ¿por qué no lo dijo cuando era presidente?, quizás eso hubiera eso hubiera servido para entambar al exgobernador, ¿no?
