Hace unos días se dio a conocer que arqueólogos chinos encontraron el búnker del ejército japonés donde se realizaban horribles experimentos con humanos durante la Segunda Guerra Mundial.
Encontraron el búnker japonés donde realizaban experimentos
De acuerdo con información de DW, arqueólogos chinos aseguran que han hallado los restos del búnker donde el ejército japonés realizaba horribles experimentos médicos durante la Segunda Guerra Mundial.
Sí, se trataría de un centro subterráneo que las fuerzas militares niponas usaron para practicar varios experimentos mientras ocupaban el noreste de China, entre los años 30 y 40 del siglo XX.
¿Qué se sabe de este búnker?
Según lo publicado en la revista arqueológica china Northern Cultural Relics, este búnker ubicado en la ciudad de Anda, en la provincia de Heilongjiang, era el sitio que más usaba la Unidad 731 del ejército japonés, comandada por Shirō Ishii; un programa secreto de investigación y desarrollo de armas biológicas que realizó terribles experimentos médicos con personas vivas.
Sobre este hallazgo, los expertos explicaron que ayudará a obtener más y nuevas pruebas de crímenes de guerra hechos por las fuerzas armadas de Japón.
“Es el legado de las atrocidades de la Unidad 731 y su impacto en los esfuerzos globales para prevenir la guerra con armas biológicas”, indicaron los investigadores del Instituto Provincial de Reliquias Culturales y Arqueología de Heilongjiang.
“Una excavación completa podría revelar más evidencias de los brutales experimentos humanos realizados por la Unidad 731”, agregaron.
¿Qué clase de experimentos realizaban?
Según DW, mientras estuvo en operación, este búnker funcionó para que la Unidad 731 infectara a varios de sus prisioneros con enfermedades y para probar nuevas armas biológicas en ellos.
Y es que hacían sus experimentos bajo la tierra para evitar que los virus y bacterias que utilizaban se propagaran hacia el exterior.
Sólo para que se den una idea, de acuerdo con Live Science, cerca de 12 mil hombres, mujeres y niños murieron durante los experimentos de la Unidad 731 en este búnker japonés.
En fin. Por ahora los arqueólogos chinos no han entrado a este lugar conformado por túneles y cámaras interconectadas que investigan desde 2019.
