A inicios de noviembre de 2022, en redes se viralizó un video que muestra el momento en que un adolescente amenaza a un compañero, dentro de una escuela. Como suele suceder en estos casos, la gente reaccionó en distintas direcciones y en la conversación quedó un poco reflexionar por qué suceden estos casos de violencia escolar, el bullying y ciberbullying.
¿Quién es responsable? Y, ¿de qué manera una escuela, ya sea privada o pública, puede intervenir para evitar el bullying e informar a sus estudiantes de las consecuencias?
Estas fueron algunas preguntas compartidas en redes y que ahondaron un poco más allá del señalamiento de la primera muestra de violencia que expuso este video.
¿Qué es el bullying y ciberbullying?
Igual el término ciberbullying está medio madrugador, pero tiene mucha relación con el bullying escolar.
Y acá les vamos a contar por qué, qué es, sus causas y qué consecuencias se han detectado en el mundo y en nuestro país.
El bullying no es otra cosa si no el acoso físico, verbal, psicológico y emocional de una persona o un grupo de personas hacia otra.
En el caso de las escuelas —privadas y públicas— estos casos suelen darse de compañero a compañero o incluso desde superiores, como el personal docente y directivo.
¿Qué tiene que ver el ciberbullying? Si ustedes son papás o mamás es probable que llegaron a identificar casos en las escuelas donde estudiaban, pero ahora con las redes y el internet, el acoso tiene otros alcances.
Y, sí, llega hasta los niños, las niñas y adolescentes en sus espacios digitales —por ejemplo, en las clases a distancia durante los primeros dos años de pandemia de COVID.
La organización Bullying Sin Fronteras ha identificado que el ciberbullying puede llegar a estas cuatro redes: Facebook, Instagram, Twitter y WhatsApp, aunque no son las únicas.
Las causas
¿Por qué hay casos de acoso escolar? Hay varias razones. La Universidad de Holguín, Cuba, desmenuzó algunas causas como la violencia —el abandono, maltrato físico, psicológico o emocional— que existe dentro de una familia.
(Ajá, un/una adolescente que vive en un entorno violento suele ser susceptible a replicar la violencia).
O los modelos de educación y convivencia aplicados a los niños y las niñas —por ejemplo, el uso del castigo o la intimidación como una vía para resolver problemas y la ausencia de valores. O la falta de atención a lo que sucede en el entorno.
¿Cómo identificarlo?
Los niños y las niñas que son víctimas de bullying o ciberbullying suelen dar indicios de que sufren estas agresiones mediante su comportamiento.
El Consejo Ciudadano identificó, por ejemplo, estas actitudes: la aparición de lesiones de manera inexplicable, no quieren ir a la escuela o pierden sus útiles de manera constante.
Todo por un sometimiento que se expresa en burlas, apodos, bromas ofensivas, robos, empujones y golpes constantes, cuyo objetivo único es lastimar, ofender y humillar a los compañeros o compañeras.
El IMSS (Instituto Mexicano del Seguro Social) identificó que el agresor, los agresores o las agresoras suelen justificar su comportamiento por las diferencias que existen entre ellos y la víctima —como por rollos de religión, género, origen, estatus social, orientación social o características físicas y estéticas, entre otras.
Las consecuencias
El impacto es fortísimo y negativo. El bullying o ciberbullying generan ansiedad y depresión entre las víctimas. También somatizaciones como el dolor de cabeza, enojo y cansancio, la disminución del interés por la escuela, problemas de memoria y hasta el abandono escolar.
Ahí no termina la lista porque un niño o una niña también pueden expresar culpa o responsabilidad por esas agresiones, les cuesta trabajo dormir, desarrollan insomnio, miedo, problemas para socializar e ideas de suicidio.
Hay casos, de acuerdo con la Universidad de Holguín, que los niños acosados terminan por responder de manera violenta hacia su entorno.
Acoso escolar en México y el mundo
De acuerdo con Bullying Sin Fronteras, cada año el bullying y ciberbullying cobran la vida de 200 mil niños y adolescentes en todo el mundo —estas agresiones, comenta la organización, no tienen descanso y persiguen a los/las adolescentes en distintos espacios, no sólo en la escuela.
¿Qué hay de México? Bullying Sin Fronteras estima que en nuestro país hay un aumento “explosivo” de casos de acoso escolar en los últimos cuatro años —tomando como referencia la publicación de su informe de 2021, con un total de 180 mil casos.
Y para ver un poco más qué sucede en México, en Sopitas.com conversamos con el doctor Salvador Guerrero Chiprés, presidente del Consejo Ciudadano, sobre los datos que esta institución tiene.
Para empezar, el Consejo Ciudadano brinda ayuda para abordar estos casos a nivel nacional. Y con su experiencia ha atendido 437 reportes, de 2019 a octubre de 2022, de bullying.
El porcentaje de los reportes se reparte de esta manera: el 51% corresponde a menores de 12 a 15 años.
El 18% a niños-niñas de 7 a 11 años de edad y el 10% de 16 a 17 años —y ojo acá porque los maestros, las familias o los adultos son quienes menos suelen reportar estos casos de acoso.
En cuanto a zonas, CDMX tiene el 70% del total de los reportes —eso no quiere decir que en Ciudad de México haya más bullying escolar, aclaró Guerrero Chiprés, más bien habla de una mayor cobertura que el Consejo Ciudadano tiene gracias a alianzas con instituciones educativas.
Ahora bien, de CDMX las alcaldías con más reportes son Iztapalapa y la GAM —con el 45% de todos los reportes.
Le siguen Coyoacán, Xochimilco, Álvaro Obregón, Iztacalco, Azcapotzalco, Cuauhtémoc, Miguel Hidalgo y Tlalpan.
¿A dónde acudir?
Algo importante que Salvador Guerrero Chiprés comentó en entrevista es que estos datos los ubicamos en zonas urbanas, pero, ¿qué sucede en las comunidades rurales?
Aún no existe un panorama abierto sobre el impacto del bullying en la diversidad de la infancia mexicana. Sin embargo, entre más se hable de esta problemática, se encontrarán mejores herramientas para prevenirla y atenderla.
Algo similar pasa con la visión que solemos tener del acoso. En redes hemos visto que hay quienes estereotipan a las nuevas generaciones como de “cristal”.
Sin embargo, una opinión no es una totalidad y en esta idea también hay sesgos de cómo se responde ante el acoso escolar.
“Sí hay generaciones distintas y no está mal ni está bien, simplemente son distintas y todos tenemos que dialogar con la realidad, que es ese ecosistema de interacciones entre distintas generaciones”, reflexionó Guerrero Chiprés.
Si ustedes necesitan asesoría sobre estos casos, pueden acudir al Consejo Ciudadano —y su programa Caminito de la Escuela. El Consejo brinda ayuda tanto a familias como niños y escuelas en la Línea de Seguridad y chat de confianza: 55 5533 5533.
Esta línea es confidencial, gratuita y funciona los 365 días del año, las 24 horas.
