Sabíamos que tarde o temprano esto iba a ocurrir…
Durante su gira por Oaxaca, el candidato independiente más “foxilizado” de esta contienda electoral provocó la decepción de varias de las personas a las que logró congregar en el Jardín Labastida… Y no por sus dichos misóginos, jacarandosos o nada cábulas, sino porque habían resistido tanto tiempo a la espera del otro Bronco.
De acuerdo con reporteros que cubrieron la muy retrasada reunión que Jaime Rodríguez Calderón sostuvo con medios de comunicación, los curiosos que pasaban por el lugar preguntaban “¿qué onda, quién va a estar o qué?” y pues los periodistas respondían: “El Bronco”… entusiasmada la gente (suponemos) iba por su póster de la legendaria agrupación de Apodaca, Nuevo León, lista para echar grito con los exitazos de Lupe Esparza, Choche y Ramiro. ¿Pues en qué otro Bronco podían pensar? Ahhhh… pues bien, los reporteros tuvieron aclarar que a quien esperaban era a un Bronco menos popular: el flamante candidato presidencial independiente.
¿A quién? No, pues varios mejor optaron por retirarse a sus hogares para escuchar “Libros tontos”…. Pues ya, aunque sea en el estéreo.
Los que permanecieron a la espera del “Sherif de Chocolate”, pues nomás se toparon con un exgober medio requemado, quien en lugar de echarse “Que no quede huella” prometió que, de llegar a la presidencia, presentará una iniciativa para quitarle el dinero a los partidos. “Para que no se tengan políticos huevones, ni mantenidos”, dijo mordiéndose la lengua el hombre que por más casi 30 años perteneció a instituciones políticas.
Además, señaló que él si es de los que piensa que el nuevo aeropuerto debe construirse, cómo fregados no: “porque se requiere estar a la altura de las necesidades internacionales, para que se tengan condiciones adecuadas, se tengan más inversiones y turismo”. ¿Y nomás con el aeropuerto basta? ehrrrr pues sí, ¿qué no?
Ya por último se dijo a favor de la reforma educativa… bueno, dijo que habrá que hacerle una que otra modificaciones (o reformas a la reforma, como a él le gusta decir), para que así ésta se aplique de acuerdo a las necesidades de cada entidad. Y punto.