Justo cuando acá nos preparábamos para decir: “cómo allá sí y aquí nomás no se puede”, el Tribunal Superior Electoral (TSE) de Brasil se encargó de demostrar que no sólo en nuestro país los altos mandos no pueden ser tocados por la justicia… aunque en el caso sudamericano eso está en veremos.
El pasado viernes, el TSE desechó una causa penal que podría haber terminado con el mandato presidencial de Michel Temer, luego que este fuera investigado por supuestamente financiar su campaña electoral de 2014 con recursos ilegales. Claro, este caso –de haber sido negativo en contra de Temer– también habría salpicado a Dilma Rousseff ya que, recordemos, en las elecciones presidenciales brasileñas de hace tres años, la fórmula ganadora fue Dilma-Temer.
Aunque la finalización del mandato de Temer hubiese significado disminuir en gran medida la profunda crisis política que se vive en Brasil, los ministros aprobaron por mayoría absolver al presidente de las acusaciones de financiamiento de campaña con dinero de dudosa procedencia… lo anterior enmarcado en investigaciones por actos corruptos al interior de Petrobras.
De acuerdo con La Jornada, todos los jueces de la Corte reconocieron que en el proceso electoral de 2014 hubo ilegalidades, pero se descartaron varias pruebas ya que –a criterio de los jueces– éstas no tenían relación directa con la denuncia presentada originalmente por el PSDB, partido del candidato derrotado, Aecio Neves.
Cabe destacar que la absolución fue en su mayoría resuelta por ministros recientemente nombrados por el propio Temer. Uno de ellos –Gilmar Mendes– desechó pruebas tomadas de la operación Lava jato (Odebrecht), las cuales hace un año consideró útiles para la destitución de Dilma Rousseff… pero ahora, contra Temer, no fueron tomadas en cuenta.
No se sustituye a un presidente de la República a toda hora, incluso si se quisiera, hay que valorizar la soberanía popular (…) No estamos hablando de una pensión alimenticia, estamos hablando de un mandato presidencial, hay que tener en cuenta a la democracia”, apuntó Mendes, antes de emitir su voto.
Pese a librar esta acusación, Temer no está del todo limpio. Aún siguen las investigaciones por el supuesto aval del pago de un soborno a un exdiputado, hecho que hace unos días fue difundido por O Globo, con base en una grabación en poder de las autoridades brasileñas.