El gobierno brasileño decidió perdonarle la deuda a países africanos como Zambia, Tanzania, Costa de Marfil y la República Democrática del Congo.
Estos cuatro países concentran la mitad de la deuda pública de Brasil con los países de África; naciones señaladas por desvío de dinero público, enriquecimiento ilícito, corrupción, blanqueo de dinero y genocidio. De acuerdo con el periódico O Globo, los dictadores de la República del Congo, Sudán, Gabón y Guinea Ecuatorial, durante cuyos gobiernos se ha acentuado la riqueza del petróleo y del gas y la pobreza de la población, enfrentan procesos en Europa y los Estados Unidos.
Según información de El País, la crítica al gobierno brasileño por perdonar la deuda a estos dictadores es porque mantienen a sus pueblos en la miseria mientras ellos acumulan riquezas repartidas en medio mundo. Las autoridades brasileñas ven el mayor potencial de África como proveedor de un mercado de consumidores para sus productos manufacturados” pero de igual forma “usan su política africana como medio para lograr la meta de su política exterior de ser reconocidos como una potencia importante” Desde el punto de vista comercial, el Gobierno de Brasil tiene interés en presentar una amnistía de la deuda a esos países para que el Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDS) pueda, a partir de ahora, financiar proyectos de empresas brasileñas en esos países africanos.
El ex presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva hablaba de la “deuda histórica” de su país con África, una deuda que radicaba en su enorme población de raza negra y su impacto en la cultura nacional, pero también en el énfasis puesto por su gobierno en lo que definía como relaciones “sur-sur”, una idea que ha ayudado al establecimiento de empresas brasileñas en proyectos de desarrollo en África.
